Revista Salud y Bienestar

Una experiencia inmunomediada con coronavirus

Por Javier Rojo @blogtueii

Buenas compis de batallas, ¿cómo lleváis el confinamiento y los problemas derivados del Covid-19?, ¿habéis conseguido descansar, desconectar, estar activos y no pasaros con los aperitivos?

A mí me ha dado tiempo para descansar y desconectar del trabajo que también lo necesitaba, aunque también me ha dado algún quebradero de cabeza por si entraba en el otro tema más famoso después del coronavirus, los ERTES.

Ahora os voy a contar mi experiencia con el Covid-19, no es que sea una experiencia épica, pero os la cuento para aquellos que estáis expuestos, preocupados o inmunosuprimidos.

Mis sospechas empiezan el domingo 12 por la tarde después de comer, me entró de repente frío pero no le di demasiada importancia porque había estado ventilando la casa más de media mañana y ese día hacía frío.

Me eche un rato a escuchar música en la cama, en lo que no tardaron mucho en venir los gatos a coger su sitio acurrucados en mí (sobre todo la gata, que es muy friolera) tuve un poco de tiritona debido al frío que tenía metido en el cuerpo, pero me arrope y me quedé dormido, cuando me desperté estaba en la situación contraria tenía calor y parecía que me habían dado una paliza durante la siesta los gatos y me habian dejado tirado ahí.

Una experiencia inmunomediada con coronavirus

Me levanté a por el termómetro, tenía 38° con una sensación de estar apaleado y mareado, quise pensar mal no se si debido al bombardeo por tv, radio, redes sociales sobre el coronavirus, pero también pensaba esto es que he cogido frío con las corrientes al ventilar la casa y listo, mañana como nuevo, pero no quedo ahí la cosa empecé a notar ciertas molestias leves en el pecho y que cuando quería coger fuerte aire no conseguía todo lo deseado, dejé pasar el resto de la tarde y la noche por si era algo pasajero de haber cogido frío.

A la mañana siguiente lo primero que hice al despertarme fue tomarme la temperatura y aunque no tenía tanta fiebre como la tarde anterior, pero tenía algo y seguía teniendo las molestias en el pecho y la respiración que no iba al 100% y empezó ahí más el run run en mi cabeza de que pudiera ser el tema estrella de la primavera.

Llame al número habilitado para el covid-19 de mi comunidad autónoma y la sensación que me dio la persona que me atendió es que pasó olímpicamente de mí, le explique los síntomas y la fiebre y me dijo que respirará por la nariz y lo echará por la boca por que podría tener un ataque de ansiedad, mi cara en ese momento tuvo que ser un poema al escuchar eso de alguien que está en un centro de atención médica habilitada para el Coronavirus.

Me comentó que llamara a mi centro de salud para que hablara con mi doctora de cabecera y así lo hice, me llamo al rato para preguntarme y me dijo que lo más probable que fuera positivo, que me aislara en mi habitación, que evitará el contacto con las personas que convivían conmigo (en ese momento mi madre), evitar zonas comunes… y que si me encontraba peor que les llamará.

Una experiencia inmunomediada con coronavirus

El cómo y dónde me pude contagiar es una incógnita,  porque he salido lo justo para realizar la compra en el súper siguiendo las medidas de seguridad que pautaban.

La fiebre remitió el martes y desde entonces ya no he vuelto a tener, las molestias en el pecho desaparecieron el día siguiente y aunque sigo teniendo muy pocas veces ya esa falta de aire al respirar profundo, en los próximos días me darán lo más probable de alta y pasare a la lista de recuperados.

Durante estas 2 semanas que llevo con este proceso, te da por pensar, le das muchas vueltas a la cabeza, tienes demasiado tiempo sin poder hacer nada en la habitación y le das más vueltas a la cabeza, que si vas a tener que ingresar en el hospital, que la respiración no mejoraba tan deprisa como lo demás… pero vamos como no confiar en mi sistema inmune, después de todas las batallas que hemos pasado juntos.

Pero el hecho de tener que cambiar el chip y decir venga coño no ha podido contigo varios brotes de los buenos del puto crohn, va a poder esto contigo y deje de ‘pensar menos, sentir más’ (esta frase se la copio a ‘El Chojin’ de una canción suya) así que me centré en evadirme y que no me pasara tanta factura mental con música, series, pelis, videojuegos… todo lo necesario para no pensar en el coronavirus.

Espero que mi experiencia os sirva de ayuda y que os tranquilice a los que tenéis mil dudas, os dejo el correo del blog donde podéis enviarme cualquier duda [email protected]

Javier Rojo Hermira.

ó

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