Una extraña chica que lee.

Quédate conmigo a pesar de…
A pesar de ser una chica extraña que lee en la bañera. Puedo dejar de prestar atención a las clases solo para saber qué pasó con el protagonista del libro que estoy leyendo. Comparo y comparo la gente que conozco con personajes ficticios, y aunque no te lo digo, siempre estoy tratando de buscarte algún parecido con uno mis héroes literarios. Nunca encuentro semejanzas entre ustedes, por supuesto, pero si me lo preguntaras mil veces, mil veces te diría que te escogería a ti sobre todos ellos.
 ¿Estarías dispuesto a verme hablar con ojos brillantes de emoción sobre hombres que no existen, pero que son capaces de hacerme sentir cosas tan reales como nosotros? ¿Te quedarías conmigo teniendo todo eso en cuenta?
Quiero que pienses que me veo bonita aún cuando tenga ese moño al descuido tan característico de mí y notes mis pronunciadas ojeras fruto de andar corriendo por la orilla de playas de tinta negra y bahías de páginas amarillas con muchachos imaginarios que nunca llegarán a ser tú.  Quiero que te sientes a mi lado en silencio cuando me encuentres leyendo sobre nuestra cama en compañía de una humeante taza de té sobre el colchón.
La mayoría del tiempo preferiré a Romeo y Julieta antes que socializar con tus amigos o familia. Querré libros y cuadernos y lapiceros en vez de ropa y maquillaje. Voy a arrastrarte con ilusión de niña hasta mi librería favorita y me perderás allí por unas cuantas horas. Me perderás constantemente, de hecho, pero siempre volveré hacia ti, porque mi historia es contigo y siempre estaré dispuesta a llevarnos hasta el final.
Pero eso es si solamente decides quedarte conmigo.
Gros bissous,
París.