ILLAN O JULIAN PETREZ DE SAN ROMAN.
El linaje de los Illán empieza a tener entidad histórica indiscutible a partir de comienzos del segundo tercio del siglo XII. Por entonces ya estaba afincado en la colación de San Román, parroquia existente, al menos, desde 1125 (2).
Finalizaba a la sazón el reinado de doña Urraca, hija y sucesora de Alfonso VI, muerta al año siguiente, iniciándose el reinado de su hijo, Alfonso VII, el Emperador. Poco después, en 1128, Toledo sufría el ataque de los almorávides, con su "rey Texufin" a la cabeza, quien llegó hasta el castillo de San Servando (3) Ese mismo año muere, en el mes de abril, el arzobispo don Bernardo de Sedirac.
Los Illán ocuparon a lo largo de generaciones puestos destacados de carácter civil y religioso en el Toledo bajomedieval, y su amplísima descendencia, en unos casos ilustre y en otras decadente, va emparentando con otras familias mozárabes, como las de los Lampader, los Gudiel y los Cervatos, y posteriormente con nuevos linajes afincados en la ciudad. Entre ellos el de los López de Ayala y el de los Silva.
Respecto al origen de este familia hay disparidad de versiones. En muchos nobiliarios se escribe ser principio de esta casa el emperador Paleólogo de Constantinopla. Para otros, los Illán descienden de don Gutierre Rodríguez de Toledo, enterrado en el monasterio de Oña -fundación del conde Sancho Garcés en 1011 para retiro de su hija Tigridia-, que fue camarero del citado conde (4).
(2) González Palencia, A., Los mozárabes de Toledo en los siglos XII y XIII, Madrid, 1926-1930, doc. 1012. Siguientes citas, González Palencia.
(3) España Sagrada, edic. 1777, XIII, Anales toledanos II, p. 404.
(4) En su epitafio, dicen, se leía que había fallecido a ocho días de noviembre de 1027, pudiendo verse también sus armas, un escudo a cuarteles, en el primero y último una estrella de oro en campo blanco, y en los otros dos una banda verde en cada uno. Actualmente en el monasterio de Oña no se ve tal epitafio. Sin embargo, en el claustro, obra tardogótica atribuida a Simón de Colonia que vino a sustituir otro primitivo, hemos visto un sepulcro plateresco de un Gutierre de Toledo, en el que figuran una cartela y un escudo. En la primera leemos,Si deseas saber quién y de dónde es el que se encuentra en esta pequeña urna, es mi nombre Gutierre, y fui otro Aquiles para aquel que puso la primera piedra de este claustro". En cuanto al escudo, cuartelado, muestra unas barras en el primero y en el último cuartel, y sendas estrellas o flores de ocho pétalos en los otros dos. Argote de Molina, G. -Nobleza de Andalucía, ed. Jaén, 1866, p.691 ss.- no considera admisibles estas tradiciones.
Otra arraigada tradición defiende que un primer Illán Pétrez, hijo del conde don Pedro, "se halló con el rey don Alfonso que ganó Toledo" (5).
Frente a esta diversidad de opiniones, es posible que los Illán fueran descendientes de un linaje toledano de la época visigoda, es decir, un auténtico linaje mozárabe (6). Hijo de un primer Illán Pétrez, sería Pero o Pedro Illán, padre, a su vez, de un segundo Illán Pétrez. Este está perfectamente documentado desde 1137, reinando Alfonso VII, hasta 1163, en que testa. Don Illán Pétrez, segundo de este nombre, fue conocido como Illán Pétrez de San Román, (7) debido a que tuvo sus casas en la colación de la parroquia de este nombre, en un amplio espacio que debió extenderse desde la, llamada actualmente, Casa de Mesa hasta el lugar ocupado, con el tiempo, por el convento e iglesia de los Jesuitas.
En el citado templo de San Román, su parroquia, recibieron sepultura varios miembros de la familia Illán (8). Según Martín Gamero (9), Illán Petrez estuvo casado con Froila Núñez, de la que no aporta ningún dato (10).
Numerosos documentos, comprendidos entre 1137 y 1163 (11), nos muestran al alguacil Illán Petrez (12) testificando o confirmando donaciones, a favor de la Santa Iglesia de Toledo o de particulares, en relación con la política repobladora llevada a cabo por Afonso VII (13).
(5) Real Academia de la Historia, Colección Salazar y Castro, N-43, hs. 11 y 17. Siguientes citas, Salazar y Castro. Un segundo Illán Petrez fue el padre de Esteban Illán, padre, a su vez, de Juan Esteban y abuelo de doña Luna. Esta casó con Hernán Pérez, hijo de Pero Ruiz de Guzmán. Hernán Pérez tuvo por hijo a Gómez Pérez. De este sucedieron don Gutierre Gómez, arzobispo de Toledo, y Fernán Gómez. Este tuvo por hijos a Pero Suérez de Toledo, a Gómez Pérez y a don Basco, arzobispo de Toledo. Esta descendencia a partir de Luna ha sido rechazada -ver Molénat, J.P., Le lignage de Gonzalo Ruiz de Toledo, Instituto de Estudios visigótico-mozárabes, Actas II Congreso, Toledo, 1988, pp.259-279-.
(6) Argote de Molina, invocando la erudición del "maestro Alvaro Gómez", así lo mantiene.
(7) Según Salazar y Castro, N-43, h.l l y h. 17, "Illán Pétrez, hijo del Conde don Pedro, se halló con el rey don Alfonso que ganó Toledo..."
(8) Porres Martín-C1eto,J., "La calle de Esteban Illán", Toletum, 1972, pp.63-86.
(9) Martín Gamero, A., Historia de la ciudad de Toledo, Toledo, 1862,1, p. 716.
(10) Aunque no hay ningún documento que lo pruebe, tal vez fue hija del conde Nuño Pérez de Lara, "tenente" de Toledo (m. 1177). Se trata sólo de una hipótesis, que justificaría el encumbramiento del linaje. Hernández, por el contrario, afirma que Illán Petrez casó con una hija de Melendo Lampader -Toletum, 16, 1985, p. 120-. Según el Tumbo menor de Castilla, pp. 332-333, citado por González, J., La repoblación de Castilla la Nueva, t. II, p. 79, nota 52, Melendo ben Lampader fue yerno de Illán Petrez, no suegro.
(11) Hernández, J., Los cartularios de Toledo, 1985, docs. 38, 39, 46, 47, 53, 54, 55, 56, 59, 65, 66, 72, 77, 78, 83, 92, 100, 101, 107, 113, 114, 138. A partir de aquí citaremos solamente Hernández.
(12) No hay que confundirlo con Illán de Capilla, alguacil también, que confirma privilegios reales entre 1128 y 1151 -A.H.N., Liber Priv. Tol., citado por González, J., Repoblación de Castilla la Nueva, 1975, II, p. 78.
(13) Con anterioridad, la reina doña Urraca, hija de Alfonso VI y madre de Alfonso VII, había donado al arzobispo don Bernardo, con el consentimiento de Alvar Fáñez, "Toletani principia"- marzo de 1113-, el monasterio de San Servando, con todas sus pertenencias, tras ser abandonado por los monjes de Marsella después del ataque almorávide - Salazar y Castro, leg. C, Carp. 17, n. 14. Y Hernández, 1895, doc. 17-. Y, en 1115, las casas que había pertenecido al alguacil Sisnando Davídiz, para que rogaran por las reinas Berta, Isabel y Beatriz, mujeres de su padre - Salazar y Castro, leg. C, carp. 17, n. 13. Y Hernández, doc. 18, quien incluye en la donación los molinos, pesquerías, almunia, etc., asociadas a dicha propiedad, así como la de Zalencas, más la viña de Benellugas que fue de Juan, hermano de Pedro Alguacil-. La misma reina, en 1123, dona la mitad de las rentas reales de la ciudad de Toledo, a la diócesis -Salazar y Castro, leg. C, carp. 17, n. 1-.
Como "zahalmedina" debió presenciar la entrada del rey en Toledo, después de la toma de Oreja, pues como tal confirma su fuero -1139- (14) Con ese nombre lo cita Salazar de Mendoza (15) Esto demuestra su situación destacada dentro de la sociedad toledana del segundo tercio del siglo XII, a pesar de su condición de mozárabe.
Al primer grupo de estos textos pertenece aquél por el que el monarca, "Hispaniae imperator" (16) y la reina doña Berenguela, en 1137, donan a perpetuidad, a la Iglesia de Toledo y al cabildo, el diezmo de toda la moneda que se fabricara en la ciudad, destinado al vestuario de los canónigos (17). Los mismos reyes, juntamente con sus hijos Fernando y Alfonso, nacidos en Toledo, donan, al arzobispo don Raimundo y a la Iglesia de Santa María, el castillo de Canales, sobre el Guadarrama, los señoríos de Recas y Bohadilla, Regachuelo y Chozas de Canales, en 1143 (18). Ese año doña Sancha, hermana de Alfonso VII, dona al arzobispo don Raimundo y al cabildo todas sus heredades de Toledo, entre ellas la almunia de Almuzoura, las almunias de Alcardete, con sus norias y presas, los molinos de Alportel y la aldea de Mazaraveda, en la ribera del Guadarrama (19).
Por entonces los toledanos quedaban asombrados ante la gesta de Munio Alfonso, quien, tras dar muerte a los gobernadores almorávides de Córdoba y Sevilla, llevó sus cabezas a la ciudad. Si bien poco después moría a manos de los musulmanes, en agosto de 1143 (20).
Como en los documentos anteriores, Illán Pétrez testifica en la división de los bienes de la mesa arzobispal, correspondiente al arzobispado, y de la mesa capitular, perteneciente a los canónigos (21), efectuada en 1138, donde se establece además el número máximo de canónigos, veinticuatro mayores y seis menores. Otros testigos son dos conocidos toledanos del momento, el franco Petrus de Tolosa y el mozárabe Stephanus ab Lampader, demostración palpable del polifacetismo social de Toledo en este período y de la convivencia entre el clero catedralicio, básicamente franco, y la población castellano-leonesa y mozárabe.
El arzobispo don Raimundo se vuelve a beneficiar, años después, de otras donaciones del rey. En una de ellas -1149- (22), le autoriza a construir una casa con un molino de dos ruedas, junto a la puerta de Adabakim. Por otra -1151 (23)-recibe la mitad del molino de Bab al-Portel.
(14) González, J., II, p. 78.(15) Orígenes de las dignidades de Castilla y León, 1618, fol. 39 v.
(16) Según Salazar de Mendoza, 1618, fol. 37, Alfonso VII, sobrino de Calixto 11, tomó el título de emperador en León y luego en Toledo -1135-. Asimismo confirmó a Toledo como ciudad imperial y diole por armas un emperador sentado en trono, con ropa imperial, y en la mano derecha una espada desnuda y en la izquierda un mundo. Y organizó su escudo, cuartelado, en el primero y último cuartel, un castillo de oro en campo de gules, con las puertas o ventanas azules, y, en los otros dos, león rampante bermejo en campo de plata. El uso de escudos empieza con Alfonso I de Aragón, su padrastro, ya que antes sólo se usaban señas o divisas.
(17) Hernández, doc.38.(18) Hernández, doc.47.
(19) 19. Salazar de Mendoza, 1618, fol. 35. Rodrigo González, gran señor en las Asturias de Santillana, fue el marido de doña Sancha, y fue el octavo alcaide de Toledo -id., fol. 31 v-.
(20) Anales toledanos I, p. 389. Y Martínez Caviró, B., Sobre los ben Furón, señores de Ajofrin -en Anales de historia del Arte, "Homenaje al Prof. Azcárate, 1993-1994", pp. 441-453-.
(21) Hernández, doc.39.(22) Hernández,doc.66.(23) Hernández, doc.83.
(1) Siglas utilizadas: AMT -Archivo Municipal de Toledo-; BN, ms. -Biblioteca Nacional, manuscrito-; ACT -Archivo Catedral de Toledo-; AHN -Archivo Histórico Nacional-; BRAH -Boletín de la Real Academia de la Historia-, y AEA -Archivo Español de Arte-.
Fuente: http://www.fuesp.com/revistas/pag/cai1003.html
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