Abundando en lo que publiqué ayer sobre la poca información que ofrece el recién creado Registro Español de Estudios Clínicos (REec), he acudido al buscador a curiosear sobre varias drogas psicoactivas y el único resultado que he tenido es este:
“Ensayo clínico para evaluar la seguridad y eficacia del aripiprazol frente a placebo en niños y adolescentes con síndrome de Gilles de la Tourette. Estado de reclutamiento: No iniciado”.
Es importante recordar la especial protección que exige la participación de niños en ensayos clínicos en varias normativas y guías. En la búsqueda de ayer sobre Viagra acordaos que encontré otro ensayo previsto en niños. Recordad también el código de Nuremberg y la particular atención debida al consentimiento informado y la necesidad de justificar el ensayo por el bien de la sociedad, que en muchas ocasiones no es el mismo que el de la ciencia o el negocio.
Con Aripiprazol (Abilify) el laboratorio Bristol Meyers Squibb (BMS), su fabricante, se metió ya en unos cuantos líos por marketing fraudulento y sobreprecio. Su utilización en niños y la multa consiguiente, le fue mucho más provechosa que hacer los ensayos clínicos necesarios en los USA.
Curioso que el ensayo clínico en niños se haga con el citado síndrome de Tourette. Una de las reacciones adversas del aripiprazole es la acatisia que se puede confundir con hiperactividad para la que se prescriben estimulantes que, por cierto, pueden producir tourettes. Para la hiperactividad o Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) también se ha prescrito Abilify
La acatisia es muy desagradable y ha sido ligada al suicidio y la violencia en pacientes adultos. En fin que hay que sacar aun más de la transmisión dopamínica que por ahora ha sido el mayor chollo de Big Pharma, miles y miles de millones de dólares.
Hay que estar muy atentos a lo que haga con ese ensayo BMS. Big Pharma no ha conseguido inventar una medicación para la falta de escrúpulos y no creo que Bristol Meyers Squibb lo esté intentando.