Las golondrinas (Hirundo rustica) han llegado hace unas semanas desde sus lugares de invernada en África, como hacen todos los años. La mayoría de ellas se encuentran ahora construyendo sus nuevos nidos o reparando los antiguos y es posible que alguna de las parejas más tempraneras ya se esté incubando sus puestas. A pesar de esto, durante las primeras semanas de mayo aun es posible encontrarse con golondrinas viajando hacia sus lugares de reproducción en el norte de Europa y concentrándose en los cabos más septentrionales de la Península para coger fuerzas antes de cruzar el mar.
Concentración de golondrinas en un cable del Cabu Peñes el 3 de mayo
Los días 3 y 5 de mayo pude observar un importante flujo migratorio de esta especie en el Cabu Peñes y en el Cabu Vidío respectivamente, con concentraciones de más de entre 100 y 200 ejemplares en los dos sitios. Se alimentaban de insectos volando sobre los prados y de vez en cuando se juntaban en los cables de la luz para descansar.
Golondrina joven el 5 de mayo en el Cabu Vidíu
Entre todas ellas me llamó la atención una golondrina que pude ver posada en un cable en la rasa de Vidíu el domingo 5 de mayo. Se trataba de un animal con plumaje juvenil, como si acabara de salir del nido hace poco tiempo. Hay que señalar que las golondrinas mudan su plumaje durante su primer año de vida, por lo que en condiciones normales, si se tratara de un ave nacida el año pasado no se podría distinguir de un adulto.
Golondrina adulta el 5 de mayo en el Cabu Vidíu
Las golondrinas adultas tienen un color rojizo en la garganta y las rectrices de la cola son alargadas y puntiagudas, mientras que en los jóvenes la garganta es rosa pálido y las rectrices son cortas y romas, lo que coincide con las características del ejemplar observado.
Lo cierto es que no encuentro una explicación que me convenza, por un lado podría tratarse de un animal nacido este mismo año en el sur de España, pero en ese caso no parece muy lógico que estuviera en migración hacia el norte de Europa, o también podría tratarse de una golondrina que por alguna razón que desconozco no hubiera mudado a su plumaje al de adulto. ¿A alguien se le ocurre alguna explicación o conoce algún caso parecido?