Ha llegado a mi correo electrónico una iniciativa anónima que me ha llamado la atención. Pide, bajo el título de “Una gran idea”, que se coloque a las personas de edad en las cárceles y a los delincuentes en las residencias de ancianos. De esta manera, dice, se conseguiría un doble efecto:
- “De esta manera, nuestros ancianos tendrían acceso a una ducha todos los días, al ocio, paseos, medicamentos, exámenes dentales y médicos regulares.
- “Recibirían sillas de ruedas etcétera.
- “Recibirían el dinero en vez de pagar por su alojamiento.
- “Tendrían derecho a la vigilancia continua por video, por lo que, de inmediato, recibirían la asistencia después de una caída u otra emergencia.
- “Sus camas se lavarían dos veces a la semana, lavada y planchada la ropa con regularidad.
- “Un guardia vendría cada 20 minutos y les llevaría sus comidas y sus bocadillos directamente a su habitación.
- “Tendrían un lugar especial para recibir a su familia.
- “Tendrían acceso a una biblioteca, sala de ejercicios, terapia física y espiritual, así como la piscina e incluso la enseñanza gratuita.
- “Pijamas, zapatos, zapatillas y asistencia jurídica gratuita bajo petición.
- “Habitación, privada y segura para todos, con un patio de ejercicios, rodeado por un hermoso jardín.
- “Cada hombre de edad tendría derecho a un ordenador, televisión, radio y llamadas ilimitadas.
- “Tendrían una “junta directiva” para escuchar las quejas y los guardias, un código de conducta que debe respetarse!
- “En cambio, los delincuentes tendrían platos fríos, se quedarían solos y sin vigilancia.
- “Las luces se apagarían a las 20: 00 horas.
- “Tendrían derecho a un baño a la semana, vivirían en una pequeña habitación y por la que tendrían que pagar al menos 1.500 euros por mes, sin esperanza de salir con vida!
- “Y, de esta forma –concluye– ¡habría justicia para todos!”.