Revista Cultura y Ocio

Una gran lección

Publicado el 30 septiembre 2015 por Miguel Ángel Jordán @M_A_JORDAN

Hola a todos.

Llevaba tiempo queriendo ofreceros un texto que, seguramente, muchos conoceréis. Pero, aun así, vale la pena que lo releáis. En esta entrada, no voy a comentar nada, me lo reservo para la siguiente. Vosotros sí que podéis comentar, ¡eh! ;)

Os pongo el texto en versión original, el vídeo y la traducción al castellano. Sepas o no inglés, te recomiendo que veas el vídeo, para disfrutar de la voz de Peter O’Toole.

Me callo.

In many ways, the work of a critic is easy. We risk very little, yet enjoy a position over those who offer up their work and their selves to our judgment. We thrive on negative criticism, which is fun to write and to read. But the bitter truth we critics must face, is that in the grand scheme of things, the average piece of junk is probably more meaningful than our criticism designating it so.

But there are times when a critic truly risks something, and that is in the discovery and defense of the *new*. The world is often unkind to new talent, new creations. The new needs friends.

Last night, I experienced something new: an extraordinary meal from a singularly unexpected source. To say that both the meal and its maker have challenged my preconceptions about fine cooking is a gross understatement. They have rocked me to my core.

In the past, I have made no secret of my disdain for Chef Gusteau’s famous motto, “Anyone can cook.” But I realize, only now do I truly understand what he meant. Not everyone can become a great artist; but a great artist *can* come from *anywhere*.

It is difficult to imagine more humble origins than those of the genius now cooking at Gusteau’s, who is, in this critic’s opinion, nothing less than the finest chef in France. I will be returning to Gusteau’s soon, hungry for more.

“En muchos sentidos, la labor de un crítico es sencilla. Arriesgamos muy poco y sin embargo disfrutamos de una posición privilegiada sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su persona a nuestro juicio. Prosperamos gracias a la crítica negativa, la cual es fácil de escribir y leer. Sin embargo, la amarga verdad que debemos enfrentar nosotros, los críticos, es que en el gran orden de las cosas la pieza promedio de basura es más significativa que la crítica que la califica de esa forma.

Pero hay ocasiones en que un crítico realmente arriesga algo, y esto ocurre en el descubrimiento y defensa de lo nuevo. El mundo es a menudo cruel con los talentos nuevos, las nuevas creaciones; lo nuevo necesita amigos”

Anoche, yo experimenté algo nuevo, una cena extraordinaria proveniente de una fuente particularmente inesperada. Decir que tanto la comida como su creador han desafiado mis prejuicios acerca de la buena mesa es una grosera moderación. Lo cierto es que me han sacudido en lo más profundo de mí ser.

En el pasado, no he ocultado mi desdén hacía el famoso lema del Chef Gusteau´s: “Cualquiera puede cocinar”. Pero me he dado cuenta que sólo ahora he entendido realmente que es lo que quería decir. No cualquiera puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista puede venir de cualquier parte.
Resulta difícil imaginar orígenes más humildes que los del genio que cocina ahora en Gusteau´s, quien es, en la opinión de este crítico, nada menos que el mejor chef en Francia. Volveré pronto a Gusteau´s, hambriento por más”


UNA GRAN LECCIÓN

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