Revista Opinión

UNA GUERRA POR UN PELO. Hoy, hace 20 años. 15 de marzo de 2002

Publicado el 15 marzo 2022 por Cronicasbarbaras

Motivo de guerra: un pelo de barba que dos religiones consideran una santa reliquia.

Islámicos e hinduistas se amenazan por el santuario-cementerio musulmán de Hazratbal, en Srinagar, Cachemira, donde está ese único pelo que unos lo atribuyen al mismísimo Mahoma y otros al santón Nimnath Baba. Detrás, Pakistán y La India.

La reliquia estaba en un templo hinduista que fue arrasado cuando los musulmanes conquistaron aquellas tierras. Se apropiaron del pelo, lo atribuyeron a Mahoma, y convirtieron así en santo e inviolable el terreno donde lo instalaron.

El mundo cristiano también creció con reliquias, y durante muchos siglos guerreó por ellas. Incluso había quien las llevaban en batalla, como hacía Franco con el brazo incorrupto de Santa Teresa.

Con la secularización, la sociedad española ha desdeñado la importancia de las reliquias. Hasta las ha olvidado Álvarez del Manzano, posiblemente el único alcalde español que, como un rey medieval, le regala constantemente terrenos de Madrid a organizaciones religiosas fundamentalistas.

Última beneficiaria, Comunión y Liberación: recibió terrenos valorados en 11,8 millones de euros, casi 2.000 millones de pesetas. La oposición afirma que cuando mande, los expropiará.

Manzano dio las parcelas sin reliquias, ignorante de que con ellas, en cuanto tienen culto, la tierra se hace santa y ya nadie se atreve a expropiarlas.

Como no sea con una guerra nuclear con la que se amenazan India y Pakistán, precisamente, por las tierras santas de Cachemira y sus santas reliquias. O como las guerras por nuestra Tierra Santa, que inicialmente fue judía, en la que nació el cristianismo de Jesús, que era judío, y que también se la atribuyen tardíamente los musulmanes.


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