El artista madrileño Juan Muñoz es el autor de Una habitación donde siempre llueve, un grupo escultórico situado en la plaça del Mar, una gran explanada delante de la playa de Sant Sebastià. Forma parte de un proyecto que promovió el Ayuntamiento de la ciudad con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 con la intención de montar una exposición permanente de esculturas al aire libre en los barrios de la Ribera y la Barceloneta. Una habitación donde siempre llueve se compone de una jaula en cuyo interior están encerradas cinco figuras humanas de bronce, con los ojos vendados, y que en lugar de piernas tienen una base esférica. Este espacio entre rejas se encuentra atrapado debajo de tres grandes árboles, que se integran como una parte más de la obra. El conjunto resulta muy inquietante, tanto por su ubicación como por su composición. El autor tenía previsto instalar un sistema de riego permanente de ahí el nombre de la obra, pero varios motivos complicaron la instalación y finalmente no se llegó a poner en marcha. Juan Muñoz (1953-2001) fue uno de los grandes nombres de la escultura contemporánea, y expuso sus trabajos en las principales salas del mundo, como la Tate Gallery de Londres. Su obra adquiere un aspecto narrativo, pues la pieza tiene una relación directa con el lugar que ocupa. Año de construcción 1992 Arquitecto Juan Muñoz Estilo arquitectónico Siglo XX
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