Aunque transitamos una sola vez por las sendas de esta vida, yo soy del gentío que considera que una vez es suficiente si sabes aprovechar cada oportunidad y si, asimismo, sabes adaptarte a cualquier circunstancia por muy dura que sea.
Es muy importante adquirir una cierta capacidad conocida con el nombre de resiliencia, que en términos fáciles, significaría la capacidad de sobreponerse por encima de las situaciones difíciles y superar la adversidad. Con ánimo pronto, valentía, esfuerzo, valor y positivismo (añadiría yo) .
Nacemos, crecemos, morimos. Desde los inicios de la humanidad, irremediablemente todos seguimos estas huellas. Nadie puede escabullirse, nadie puede esquivar alguno de los procesos de vida ya predeterminados, nadie puede eludir el camino de la vida ya establecido, ninguno podría evadirse y seguir un trayecto o transición diferente. Cambiar el curso biológico de la vida, irremediablemente, está fuera de nuestro alcance.
No obstante, en el camino, no todos llevamos los mismos zapatos, no todos emprendemos el mismo itinerario. Unos deben escalar montañas, unos deben cruzar mares, unos simplemente deberán caminar a paso ligero por una vereda, otros tomarán atajos, otros deberán atravesar desiertos y quizá, otros acabarán desviándose completamente de la ruta inicial.
Pero nosotros, en este caso, deberíamos ser los que aun teniendo por delante montañas o desiertos, avancemos y progresemos, aunque la consecuencia sea que en el monte acabemos con las rodillas peladas y se abalance sobre nosotros una avalancha de pedrisco o sintamos que vamos a morir deshidratados y quemados por el sol en medio del árido y seco desierto.
Dado a todo lo descrito y explicado, a continuación, expondré el ejemplo de superación que, a mi parecer, debería ser conocido y admirado.
No, no es alguien famoso, ni siquiera renombrado o distinguido. Porque hoy en día, los mismos han perdido la humildad y sencillez una vez han alcanzado la celebridad y el éxito. Más bien, tiene que ver con las personas que podéis ver en la imagen de abajo.
Encuentro tanto deleite al contemplar esta fotografía, que necesitaba compartir esta increíble historia con ustedes.
Aquí va la historia de esta foto :
Al observar la fotografía, percibimos la figura de un padre y su hijo sobre un fondo de penuria evidente e indiscutible. El hombre de avanzada edad es un menesteroso granjero que desdichadamente perdió a su esposa el día del nacimiento de su hijo (el que vemos), aun así él cuidó del oriundo intentando ofrecerle lo mejor que podía, y aunque vivían en una casita de madera , este papá ha hecho enormes sacrificios para poder ofrecerle a su hijo la oportunidad de estudiar en la mejor universidad de Tailandia.
Esta foto es del día en que el hijo se graduó en Medicina y regresó con su amado padre.
Es una de esas fotografías que encierran una entrañable historia de fe, amor, esfuerzo, valor, superación, persistencia y dedicación.
Es el ejemplo perfecto que debería ir en el diccionario junto con la palabra RESILIENCIA y demás adjetivos relacionados con la superación.
Y , para mí, personalmente, el mejor ejemplo de relación Pater – filius .
La sonrisa del papá produce en mí unos sentimientos tan inestimables que me conducen a pensar en mi propio padre.
¡Ojalá papá, reflejes la misma mirada y sobre tus labios se dibuje la misma sonrisa, ojalá papá, llegues a sentirte igual de orgulloso de tu pequeña hija el día que se gradúe!
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