
Un día, un pequeño gusanito inició un viaje en dirección a una gran montaña, muy cerca del camino se encontraba un grillo.“¿Hacia dónde vas?”, le preguntó el grillo.Sin dejar de caminar, el gusanito le contestó: "Tuve un sueño anoche; soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño y he decidido realizarlo”.Sorprendido, el grillo dijo mientras el pequeño gusanito se alejaba: “¡Debes estar loco! ¿Como podrás llegar hasta aquel lugar?Tú, ¡un simple gusano! Una piedra será como una montaña para ti, un pequeño charco como un mar y cualquier tronco como una barrera infranqueable”.Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó. Sus diminutos pies no dejaron de moverse. De pronto se topó con un escarabajo y al verlo le preguntó: “¿Hacia dónde te dirigís con tanto empeño?”Sudando ya el gusanito, le dijo: “Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo el horizonte. Me gustó lo que vi en mi sueño y estoy decidido realizarlo”.El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo: “Ni yo, con mis patas tan grandes, intentaría una empresa tan ambiciosa”.Y se quedó en el suelo, tumbado de la risa, mientras el gusanito continuó su camino, avanzado apenas unos cuantos centímetros.Más delante, el gusanito se topó con una urraca y ésta le preguntó: “¿Hacia dónde vas gusanito?”.Y el gusanito ya muy cansado, le dijo: “Tuve un sueño y deseo realizarlo, subiré a esa montaña y desde ahí contemplaré todo nuestro mundo. Me gustó lo que vi en mi sueño y estoy decidido realizarlo”.La urraca con mirada de incredulidad le dijo: “No vas a poder, está muy lejos y tú estas muy chiquito”.Pero el gusanito contestó: “¡Yo se que si me esfuerzo lo lograré, y alcanzaré mi sueño!”.Sin embargo la urraca, con una mirada casi de compasión, le volvió a decir: “No me entiendes, no vas a poder...”, y se lo comió.Y la urraca vivió muy feliz para siempre.
PD: Tiene moraleja, pero esa se las dejo de tarea.
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