La nostalgia impregna la película de principio a fin; nostalgia por la infancia, la juventud, los amigos del barrio, por esas compañías poco recomendables convertidas en modelo de comportamiento. Chazz Palminteri (autor del guion) es un gánster de baja estofa objeto de admiración del chico protagonista, De Niro (en su opera prima como director) es el padre, un hombre honrado y cabal que intenta evitar que su hijo caiga en la delincuencia, y el Bronx el escenario de las correrías infantiles y luego juveniles. Un entorno tratado con nostalgia, como hemos dicho, salpicada de humor, pero también y, sobre todo, de la dureza de la vida en la calle. Le falta algo de músculo al De Niro director en las escenas dramáticas y, aun así, muestra solidez al tratar aquella Nueva York de los sesenta que seguro él y Palminteri conocieron muy bien. Da igual donde hayas nacido, te pondrá la piel de gallina varias veces, tenlo por seguro
Puntuación @tomgut65: 7/10