No tenerte es vivir entre lágrimas y recuerdos, saber que te tengo a un clic pero tenerte a millones de kilómetros, acostumbrarme a la idea de vivir sin ti y saber que debo alzar mi vuelo a otro cruce de frontera, está siendo difícil.
El aquí y el ahora no va ser suficiente para nuestro reencuentro porque atrás han quedado miles de segundos, millones de minutos transformados en días y meses convertidos en largos años de ausencia, el saber que quiero tenerte pero el poder no se puede todo parece una falsa retórica de una pesadilla sin fin.
Abro mis ojos una noche más observando por el cristal de mi ventanal y sé que todo es una realidad que quisiera borrar, ese pasado convertido en presente que llora tu ausencia pero el saber no hay borrador posible.
Acostumbrarme es difícil, como asumir no tenerte cuando mi mente, mi alma y mi cuerpo reclaman tenerte, y aun mas difícil hacerse la idea que todo cambio y aunque nos interpusimos al cambio nos llegó sin aviso y sin permiso.
Solo miro al infinito y pido a esa energía llamada destino volverte a tenerte en mi camino aunque ya todo sea distinto; esta historia aún no termina pero debilita este corazón, como niño que rompe en llanto cuando su juguete más preciado ha desaparecido.