Debido a una conversación con una amiga, la cual no sabe de “esto de los ordenadores” me ha surgido la idea de que sería conveniente poner a disposición del público la información y procedimientos necesarios a la hora de tomar la decisión de cambiar tu viejo Windows por un sistema operativo Linux.
De ahí que al final me he decidido a poner en marcha una serie de artículos que contengan toda la información mencionada. La serie no será como tal, sino que escribiré los artículos de forma independiente y, cuando acabe, crearé un artículo que utilizaré como índice de todos los que haya he escrito relativos a éste tema.
En éste, como primer articulo partido de ésta idea, voy a explicar brevemente las consideraciones que debemos hacer antes de dar semejante paso, así como algunos links que iré dejado y considero interesante e importante leer y entender antes de comenzar a “toquetear” el ordenador. Comencemos.
¿Por qué motivos Linux puede ser más conveniente que Windows?
Linux es, como ya he explicado por aquí un sistema operativo libre, y como tal, no solo es gratuito, sino que puede ser modificado, revisado, y mejorado por la comunidad. Lo primero que debes hacer si piensas pasarte a Linux, es entender un poco qué es el software libre. No es necesario que se lea todo el contenido sobre el software libre, ya que hay mucha historia, y muchísima información y debate acerca del mismo. En un principio, con entender el concepto, la motivación para la creación de la FSF, y conocer en qué consisten las 4 libertades del software, sería suficiente. En este mismo párrafo e dejado algunos enlaces a la Wikipedia, pero quizás prefieras escuchar la explicación de parte de Richard Stallman en el siguiente vídeo (habla en español no te preocupes ) de la televisión Mexicana.
Sin embargo, he de decir que, éste hombre, aunque tiene unos ideales acertados, los lleva demasiado al extremo, convirtiéndolos en un dogma. También he escrito anteriormente sobre este tema.
Si te gusta la informática, y quieres aprender sobre ello, Linux es, probablemente el sistema más adecuado. Existen grandes comunidades de usuarios que hacen guías y contestan a las preguntas que tengamos. De ésta forma, para cualquier problema que podamos tener con el sistema, encontraremos a alguien dispuesto a ayudarnos a resolverlo. Además de que, al ser un sistema libre, la gente puede experimentar con él, por lo que encontrarás un montón de formas de adaptarlo a tu gusto y de modificarlo. Linux permite modificar todas su interfaz, aunque contra más quieras personalizar, más difícil resultará. Nada que unas búsquedas por Internet no arreglen.
Además de todo ello, está que dejaremos de tener que piratear programas excesivamente caros, son lo cual estamos incurriendo en un delito. Linux, es la mayoría de las veces gratuito. Si que hay versiones de pago, que suelen tener un enfoque más empresarial (Red Hat es el ejemplo más común de esto), pero hay muchísimas distribuciones gratuitas y de gran calidad como para tener que utilizar una de éstas. Pero tampoco tendrás que piratear los programas que se instalan en el sistema, porque la mayoría de distribuciones tienen un buen conjunto de programas preinstalados que nos permiten empezar a utilizarlo directamente. Dichos programas siempre pueden ser eliminados e instalar otros si lo deseas para utilizar siempre programas de tu gusto.
Por supuesto que algunos de los utilizados para Windows no están disponibles en Linux, pero siempre tenemos alternativas que, en ocasiones, son incluso mejores, y cuando no igualan las capacidades del otro software. Ya publiqué aquí otro artículo dando algunas alternativas a programas de Windows para Linux. Pero si utilizas algún programa diferente y quieres conocer las alternativas, te sugiero que consultes en AlternativeTo. La descubrí hace poco, y la verdad que me encantó, aunque está en Inglés es muy intuitiva si no sabes este idioma: Basta con poner el nombre del programa (o servicio de Internet) que quieres y te sale una lista con las alternativas, indicando para qué plataformas (Windows, Linux, Android…) está disponible.
¿Cuándo Linux no es mi opción?
Linux es (casi) siempre una opción perfectamente válida. Sin embargo, en contadísimas ocasiones no va a ser la opción adecuada ti. ¿Cuando para esto? Por ejemplo cuando necesitamos algunos programas muy concretos que no nos es posible sustituir por otros. Por ejemplo Photoshop, o cualquier otro de la suite de Adobe. Si símplemente te dedicas a retocar fotografías, podrás sustituirlo por otros como Krita o Gimp, y al Adobe Lightroom por Digikam, por ejemplo. Pero si lo utilizas a nivel profesional, y por temas de colaboración con otros compañeros necesitas que sea precisamente Photoshop, lamento decirte que no vas a poder utilizar Linux (al menos no para el Photoshop, porque explicaré en otro artículo como instalarlo junto a Windows).
Así mismo, si por algún motivo que escapa a mi compresión, necesitas Microsoft Office, y no te vale un sustituto capaz de hacer lo mismo (suele ser por las leves incompatibilidades de formatos en trabajo colaborativo), no hay modo alguno de instalarlo en Linux. Lo mismo pasa con algunos juegos, aunque éste asunto se ha paliado en los últimos años con la aparición de Steam. Te recomiendo en éste caso informarte sobre Steam y los juegos disponibles para Linux, ya que yo no estoy muy informado al respecto. Por otra parte, Steam tiene su propia distribución Linux basada en Debian que viene ya perfectamente configurada para los juegos del mismo.
¿Cómo sé qué distribución es la mejor para mí?
Bien ahora que ya sabes lo bueno y lo “malo”, seguramente sigas leyendo porque has deducido que es lo mejor para ti pasarte a Linux. Así que voy a pasar a explicar el resto de consideraciones que debes tener antes de pasarte.
Llevo un rato hablando de Linux y de las distribuciones. Si no sabes qué es una distribución, o no lo comprendes, voy a explicartelo rápidamente. Linux es, como ya he dicho en otro artículo más extenso, un kernel, no un sistema operativo completo. El kernel contiene los servicios básicos del sistema operativo.Por si mismo éste kernel no sirve de demasiado, ya que carece de las herramientas necesarias para su uso. Ahí es donde entran las distribuciones: al ser Linux un kernel libre, cualquiera puede cogerlo y añadirle las aplicaciones e interfaces para crear un sistema completo. Dicho sistema, es una distribución.
A la hora de elegir distribución, debemos tener en cuenta varios factores, pero si eres un usuario sin conocimientos, que es para quien van a ir dirigidos estos artículos, te recomiendo tomar Ubuntu o Mint, ya que son dos sistemas con una instalación sencillísima y en los que no es necesario hacer nada tras la instalación. Otros, como Debian, por ejemplo, serían más apropiados si tienes un nivel mínimo de conocimientos. De hecho, en un artículo posterior voy a explicar la instalación de Ubuntu, aunque la de Mint es exactamente igual.
Otro asunto importante a decidir es la interfaz. Ésta determinará el aspecto de toda la general del sistema, así como algunas características. Cada distribución tiene su propia interfaz por defecto: en Ubuntu tenemos por defecto Unity, y en Mint Cinnamon. Sin embargo, podemos encontrar, por ejemplo en el caso de Ubuntu, otras distribuciones que son lo mismo, pero con otra interfaz. Así, kUbuntu es Ubuntu con KDE, gUbuntu es con Gnome, Lubuntu con LXDE y xUbuntu tendrá XFCE.
Todo ésto puede parecer que marea un poco, pero no te preocupes, que te doy ahora unos consejos para elegir una u otra. Ubuntu con Unity, en mi opinión no es recomendable en absoluto para alguien que llega de Windows y pretende encontrar algo similar. Además de que es un interfaz que consume muchos recursos, también es liosa al principio, siendo algo difícil encontrar la configuración si no sabes bien cómo buscarlo. Por otro lado, es difícil de personalizar. Personalmente no me gusta nada Unity. Gnome hace mucho que no me muevo con ella, por lo que no se muy bien qué decir sobre las nuevas versiones. Si lo que buscas es una interfaz que se parezca algo a Windows, con su barra de tareas abajo, y su menú… mi recomendación es Lubuntu o kUbuntu. Las preconfiguraciones de LXDE y KDE están muy similares al escritorio de Windows. Si tu ordenador es un poco viejo (unos 4 o 5 años), es mejor que te decidas por Lubuntu, que es mucho más ligero. Sin embargo la que yo utilizo y manejo, es xUbuntu. Me gusta de xUbuntu la capacidad de personalización sin profundizar en exceso en el sistema, aunque creo que Lubuntu es similar en cuanto a eso, pero no lo he probado hasta ese punto.
No te preocupes por ésta cantidad de información, en otros artículos te daré más claves y explicaciones al respecto. Por el momento, si estás considerando pasarte a Linux, lee los enlaces que hay por éste artículo y busca más información si crees que lo necesitas. Y si te queda alguna duda, no dudes en dejar un comentario al final de este artículo planteándola, trataré de responderlas.
El artículo Una introducción al mundo Linux para nuevos usuarios apareció por primera vez en Instinto Binario.