Revista Cultura y Ocio
Las personas que descubrimos Menorca por primera vez, solemos decir de esta maravillosa isla que es única, distinta y sorprendente.Sin duda es única, como puede serlo cualquier rincón del mundo, ya que siempre habrá un rasgo diferencial que nos la haga ver distinta, pero sorprendente, calificativo difícil de aplicar hoy en día, me parece el más indicado para Menorca.Sus atributos son tantos y tan inesperados, por lo dispares, que no hay definición que los englobe, pero incluso la visita más fugaz facilita pistas suficientes sobre su condición de isla muy especial.Solamente pude disfrutar de los encantos de esta isla durante una semana, tiempo suficiente para crear una atracción muy particular entre isla y yo.Estuve hospedado en un maravilloso hotel en el sudoeste de la isla, recibí un trato excepcional por parte de los trabajadores de este. Allí mismo me informaron de las calas mas bonitas y de los lugares más importantes a visitar.Tengo que destacar, Macarella y Macarelleta, las calas más apreciadas por los turistas. Aunque el acceso por mar resulta fácil, los accesos por tierra son un poquito dificultosos, pero vale la pena el trasiego de piedras y las subidas y bajadas de nivel.Ciutadella, antigua capital de Menorca, me encantó.Sus angostas calles con nombres tan curiosos como Que no passa o Ses Voltes que empiezan en la Plaça Nova y terminan en la Catedral. Su maravilloso puerto natural con unos locales super cool para tomar algo por la noche y sus calas paradisiacas me enamoraron.Pude probar la Pomada, una bebida típica de la isla, que se obtiene mezclando Gin Xoriguer con limonada.Se le llama Pomada por el efecto espumoso que toma la bebida al ser mezclada. Os la recomiendo granizada, lo mejor para combatir el calor por la noche.Disfruté como un niño en las diferentes calas que fui con una pedazo de colchoneta muy tipical spanish desde la cual podía observar el fondo del mar y a su vez broncearme como un loco.Buscaba tranquilidad, relax, buenas playas, buen clima y buen ambiente y lo encontré a tan solo 50 minutos de Barcelona.Sin duda, el año que viene repito.