Al contrario que los seres humanos, las aves han "sabido" desestacionalizar sus períodos de descanso fuera de la época estival, y es ahora, en pleno invierno, cuando podemos recibir la visita de miles de aves procedentes de países tan lejanos al nuestro como Inglaterra, Alemania, Bélgica, Suecia o Finlandia. Evidentemente, los motivos que las empujan a desplazarse poco tienen que ver con el afán de divertirse o de conocer nuevas culturas. Los imperativos que impulsan a las aves viajeras son el frío y la necesidad de encontrar lugares cálidos donde alimentarse.
El estuario del Miño acoge entre los meses de septiembre y marzo una gran diversidad de aves acuáticas que, huyendo de las bajas temperaturas en sus países de origen —donde se reproducen— vuelan hacia el sur en búsqueda de zonas propicias para "desconectar" y reponer fuerzas antes de iniciar el viaje de regreso. Es el caso de la espátula común (Platalea leucorodia), especie cuya presencia ha aumentado significativamente durante los últimos años. Se trata de individuos que deciden detenerse a medio camino entre Europa y África para pasar el invierno.
'ND2J' alimentándose en la Xunqueira de Salcidos
En concreto, las Rías Baixas reciben un importante contingente de ejemplares procedentes de los Países Bajos, siendo la costa atlántica gallega su destino predilecto. Dan fe de ello los datos recopilados gracias al trabajo de anillamiento llevado a cabo por ornitólogos en diferentes lugares. A nivel personal, uno de los últimos registros se produjo hace solo unos días, cuando tuve la oportunidad de fotografiar a una espátula que portaba una anilla blanca en la que podía leerse una combinación de letras y números: 'ND2J'.
Era un único ejemplar que se alimentaba despreocupadamente en la Xunqueira de Salcidos. Con su cuerpo parcialmente hundido en el agua, me costó bastante obtener una imagen lo suficientemente buena que me permitiera descifrar el código identificativo. Una vez conseguido mi objetivo, me puse en contacto con Antonio Gutiérrez, pajarero gallego al que suelo acudir cuando se trata de tramitar los datos de aves objeto de seguimiento científico. Días después ya tenía la respuesta.
En esta imagen puede leerse el código de la anilla
Según su historial vital, 'ND2J' resultó ser un jovencísimo ejemplar que fue marcado como pollo el 29/06/2022 en Onderdijk, junto al archipiélago de las Frisias occidentales (Holanda). Un periplo que le había llevado a recorrer más de 1.600 km. cuando pude verlo en el estuario del Miño, el pasado 20 de enero. Es decir, tan solo seis meses después de su nacimiento. Su pequeño tamaño y el pico rosado delataban su cortísima edad. Además, nuestro amigo había sido citado en una ocasión anterior, el 29/09/2022, por Luis J. Salaverri en la ría de Foz (Lugo), muy cerca de la frontera con Asturias.
¿Cuánto tiempo llevará entre nosotros? ¿Hasta cuando se quedará? Son incógnitas que el paso del tiempo despejará... Durante las navidades había reparado ya en la presencia de una espátula marcada, pero la distancia que me separaba del ave hacía imposible identificar con claridad el código de la anilla. Pero es muy probable que 'ND2J' lleve varias semanas en el Baixo Miño gallego-portugués, aprovechando la abundancia de alimento en el estuario y creciendo en compañía de otros congéneres, que suelen preferir las marismas del Coura para reunirse... ¡Os mantendremos informados en próximas publicaciones!