Una larga ausencia

Llevo un montón de días sin escribir una palabra por aquí. De hecho, me acabo de dar cuenta que aun no he publicado nada en el mes de enero y ya hemos superado su ecuador. Las razones han sido un poco de todo. Falta de tiempo y de inspiración. Llevo muchos días sumergida en otros proyectos, como mi cuarto blog que empecé poco antes de terminar el año 2012 sobre reseñas de libros de historia y que me está absorbiendo más tiempo del que yo me pensaba. Entre otras cosas. La falta de inspiración no significa que no tenga ganas de escribir pero estoy un poco bloqueada así que esperaremos a que las musas nos vuelvan a inspirar. Aunque sí me gustaría plasmar lo bonito que está siendo este tiempo con mis niños. Las últimas vacaciones navideñas en las que hemos pasado muchas horas juntos me he dado cuenta que somos verdaderamente cuatro personas en la familia. Personas en el sentido de que tanto mi pequeño gran hombre como mi bonita princesa rubia son cada día más autónomos, cada vez me necesitan menos para vestirse, lavarse, comer, jugar. A la hora de comer hablamos en conversaciones de a cuatro. Caminamos cada uno al lado del otro sin tener que llevar a nadie en brazos. Reímos juntos, leemos juntos, vemos películas juntos. Atrás han quedado esos momentos en los que me he sentido sola con un ser indefenso que nada me decía y se comunicaba con gestos o llantos, que me necesitaba imperiosamente en los momentos más inoportunos y no había nadie más a mi lado para echarme una mano. Quizás porque he vivido los primeros años de mis pequeños demasiado tiempo sola con ellos (por razones estrictamente laborales) ahora disfruto muchísimo de la compañía de mis dos pequeñas personitas. Y así estamos, pasando los días con tranquilidad y creciendo cada día un poquito más. Aprovecho la ocasión para dar las gracias al Club Asalvo por haber nombrado a mi rinconcito Blog de la Semana. Muchas gracias, de verdad.