Una lección de efectividad de las hormigas

Este símil se lo escuché a David Allen en una charla TED. En ella explicaba que las hormigas utilizan un tipo de feromonas llamadas «marcadoras de pistas» para explotar de forma eficiente las fuentes de alimento.

Muy resumidamente, cuando una hormiga, o un grupo de ellas, encuentran alimento, dejan un rastro de feromonas para que otras vayan a la misma fuente a por el alimento. Por eso mismo, si ves un par de hormigas en tu cocina, es fácil que, pocos instantes después, aparezcan centenares de ellas.

Este mecanismo también les sirve para optimizar las rutas desde la fuente de alimento al hormiguero. Es tan potente que incluso se investiga en ciencias de la computación para encontrar modelos para optimizar rutas de distribución.

Un mecanismo extremadamente sencillo que la evolución ha refinado para llegar a unos niveles de eficiencia óptimos.

Esta es una estrategia que permite a las hormigas funcionar en modo «tonto», y sin necesidad de utilizar ningún tipo de memoria, pero, incluso así, son altamente efectivas.

Supongo que tú también dejas delante de la puerta algo que te tienes que llevar al trabajo al día siguiente ¿verdad?

¿Es una estrategia que te permite funcionar en modo «tonto», y sin necesidad de utilizar ningún tipo de memoria, pero, incluso así, es altamente efectiva?

Me imagino que estarás empezando a empatizar con las hormigas, ja, ja, ja…

Donde quiero llegar es a que no necesitas ser ningún genio para emplear estrategias altamente efectivas.

A pesar de esto, a veces observo algunas personas que sencillamente no lo aceptan. Ya sea porque buscan mejorar lo inmejorable —y de pasada probar alguna app—, porque no quieren que se las perciba como poco sofisticadas, o por cualquier otro motivo que se me escapa.

La estrategia de la puerta o, mejor dicho, la de poner un recordatorio donde tiene sentido, les funciona a todas las personas. Ya seas CEO de una gran empresa o estudiante de ESO. Da igual, no hace falta ni que te lo preguntes: a ti también te funciona.

Piensa en las hormigas. Busca la esencia en las estrategias de las que siempre te hablamos. Existe una razón de ser por la que funcionan. Céntrate en ella.

No busques optimizarlas, que ya lo están. Aunque algunas te parezcan con poca sustancia —incluso tontas— te permiten conseguir las cosas de manera efectiva.

Photo by Peter F. Wolf on Unsplash

La entrada Una lección de efectividad de las hormigas se publicó primero en Efectivitat.