Una Loca Familia

Una familia, es una pequeña comunidad que debe aprender a convivir el día a día, ser tolerantes, comprensivos y armónicos, ya eso es un tema no muy simple de conseguir a veces, pero con amor todo es posible, como en nuestro caso.

Nuestra familia a pesar de la peculiaridad de cada uno de sus integrantes, a los ojos del resto pareciera que la convivencia sería un tema de preocupación, pero todo lo contrario, incluso lo hace divertido e interesante.

Mi marido es alemán, serio, reposado, organizado al máximo, metódico, formal y el mejor marido del mundo. Para ambos este ha sido nuestro segundo matrimonio, el no tuvo hijos anteriores, pero yo aporte 3 ya creciditos de un año de diferencia cada uno.  El mayor ahora estudiante de Ingeniería, reposado, calmado, concreto y pragmático.  La segunda, estudiante de odontología, creativa, minuciosa y detallista. La menor estudiante de kinesiología, estudiosa, metódica y regalona.

Además hace tiempo trajimos a mi tía para que formara parte de nuestro núcleo, ella 84 años, viuda, no tuvo hijos, amante de las series de tv, de la música, de pasear,  nunca trabajó y fue siempre una regalona de mi tío.

También esta familia está compuesta por nuestro perro Albi, regalón al máximo, a quien algún descriteriado lo había tirado a la basura, pero Cata nuestra hija lo adoptó cuando tenía un par de días de nacido.

Luego está nuestra reina Nala, una gata negra y blanca, también adoptada, elegante, orgullosa, pero tiernisima.

Y por último yo, artista plástica, parlanchina, amiga de los amigos, soñadora, simple, defensora de causas perdidas, creativa y siempre haciendo varias cosas a la vez, también empresaria.

Vivir el día a día es chistosisimo, entre los quehaceres cotidianos y la la convivencia entre 6 personas distintas suceden siempre situaciones divertidas, por ej., con Cata nadie se escapa de estar en plena conversación mientras ella nos pone atención, también observa detenidamente nuestras dentaduras y nos dice debes cambiar tu cepillo dental, o Miguel preocupado siempre del costo de las cosas, sumando y restando todo, Is cada vez que estudia  no quiere que vuele una mosca, por otro lado mi marido con sus horarios exactos, si vamos a salir a las 8 me despierta a las 6, la tía con sus historias de juventud a la que nadie le puede hacer el quite y yo entre mi trabajo de la vida real que lo hago desde casa, más el arte, por lo que encontraran acrílicos en los lugares más increíbles así lo mismo rocas para las esculturas por doquier.

Los fines de semana es cuando tenemos tiempo de reunirnos todos a la mesa y comienzan esas conversaciones en donde todos opinamos de algún tema si estamos hablando de la luna como soy un poco dispersa salto a otro tema para luego retomar después de un tiempo el primero, esto le costaba un poco entender al principio a mi marido, bueno también a mis amigos. O en medio del tema central la tía de pronto salta con esas noticias que ve por la tv y hace también sus aportes como por ejemplo, el otro día…..ella dice emocionada……- encontraron agua en Marte, que bien exclamamos y ella continúa…- ahora enviarán personas a Marte para ver ese tema, porque en 10 años más todos debemos estar viviendo allí, mi hijo inmediatamente dice no tía, has escuchado mal, pero ella insiste, al unísono las niñas defienden a la tía,  mientras mi  marido ríe y yo exclamo…- super!!!, es un lugar donde siempre he querido viajar y la tía añade…-pero será seguro allí?  mi marido responde…- creo que sí , pero no se si habrá señal de cable.

En resumen la tolerancia es la madre de la buena convivencia y de paso pedir que no abandonemos a nuestros adultos mayores, ellos nos necesitan.