Lo confundí con una película de nombre parecido, creía también que era un clásico con tropecientos años sobre su portada pero nada más lejos de la realidad: la obra en cuestión se llama La cena de los infieles (que no idiotas) y se publicó en la década de los noventa aunque aquí ha llegado hace unos meses.
Edward tiene una esposa, Helen, un hijo y una amante de nombre Binny. Quedémonos con la última y el primero, dos de nuestros protagonistas. Ella está cansada de la situación, necesita que su media naranja le presente a sus amigos, vamos, que quiere formar parte de su vida de forma "oficial". Con este objetivo ambos invitan a cenar al matrimonio formado por Simpson y Muriel.
Sin embargo, a la cena llegarán otras personas sin invitación. La primera de ellas es Alma una mujer aficionada a la bebida amiga de Binny.
Pero ella no será quien eche a perder la reunión, los encargados serán unos ladrones de banco a los que se les ocurre ocultarse de la policía en la casa donde están celebrando la cena.
Como decimos por aquí: Éramos pocos y parió la abuela. Todo parece indicar que la terrible experiencia los llevará al extremo pero, ¿cómo reaccionará cada uno de los rehenes?
En la novela se tocan temas serios pero con un toque de gracia e ironía aunque claro está, se trata de un humor negro.
Beryl Bainbridge, que falleció este verano a consecuencia de un cáncer, es autora de alrededor de una veintena de novelas aunque también ha escrito y publicado libros de viaje, ensayos y guiones para el teatro y la televisión.
La he terminado en un par de tardes y me ha resultado entretenida aunque no me ha hecho reír a carcajadas. Esta breve obra, que ya va por su segunda edición en España, es, en una palabra, disparatada. ¡Saludos devorador@s!
Agradecimiento Ático de los Libros