Una mamá que hace historia

Este es el precioso título del premio que me ha concedido hoy una de mis mejores amigas de la blogosfera. Ana ha cumplido hay un año en su fantástico blog, La mama, bloc sobre la història de les mames (La mama, blog sobre la historia de las mamás) y lo celebra entregando este bonito premio. Aunque su blog esté en catalán os invito a que lo visitéis porque su visión histórica de la maternidad es apasionante.
Ana me ha recordado el concepto académico de Historias de vida que tenía escondido detrás de alguna de las pocas neuronas que aun me quedan. Cuando estudié este método de investigación histórica en la facultad de periodismo, sinceramente, no le di demasiada importancia. Ana le ha dado una visión maternal al término que creo que es valiosísima: recordar, rescatar del olvido nuestro propio pasado y nuestros propios sentimientos dormidos son más que necesarios para afrontar nuestro nuevo papel como madres.
Así que para recoger el premio tengo que recordar en voz alta algún momento feliz de mi infancia. A ver a ver... pues mira, voy a recordar dos. Primero con mi mamá y el calor de su regazo cuando me dormía encima de ella en el sofá viendo aquella tele en blanco y negro que, por cierto, alguien de la familia aun conserva. Y otra, con mi abuelita, con la que siempre me enfadaba cuando jugaba con ella al parchís porque siempre me dejaba ganar y no sabía disimular.
Ostras, Ana, pues ciertamente, recordar estos y muchos otros momentos que me han venido a la cabeza son un ejercicio maravilloso para despertar de nuevo la niña dormida que todas las madres llevamos dentro.
Y ahora le tengo que pasar el premio a otros dos blogs.
El primero, al blog de Miriam Tirado, A Flor de pell (a flor de piel) alguien que conocí fugazmente en la universidad siendo una adolescente y a la que he reencontrado siendo una madre sensata, coherente y de la que he aprendido cosas muy interesantes.
El segundo, para Carol, del blog Minerva y su mundo, porque también he aprendido muchas cosas de ella.