Revista Diario
Esta mañana le tocaba al nene revisión de otorrino y de oftalmólogo. El otorrino nos ha dicho lo mismo de la otra vez, "que siga roncando felizmente" y que volvamos en mayo más o menos. La consulta ha sido súper rápida aunque me he quedado con ganas de preguntarle por qué motivo tenemos que seguir yendo a revisión... me conformaré con lo que me dijo la última vez, que tenía los adenoides algo inflamados (pero dentro de la normalidad) y que había que observarlo periodicamente para que no se convirtiera en vegetaciones. En cuanto al oftalmólogo, hoy nos ha atendido uno menos majo que el de la otra vez y, aunque tenía idea de niños igualmente, me ha gustado menos. Sobre si el niño bizquea o no, nosotros le hemos explicado que en vivo ya no se lo notamos desde hace tiempo (salvo que coja un objeto y lo quiera mirar muy de cerca) pero que en alguna foto si nos ha parecido que tenía algún ojillo algo raro. Nos ha dicho que parece más una ilusión óptica que algo real. Sobre el ojo vago que pudiera heredar de su padre, por la observación que le ha hecho parece que de momento no tiene problemas de visión. En cualquier caso, nos ha pedido que volvamos a revisión cuando el niño pueda responder a una prueba de agudeza visual, es decir, que le tapemos un ojo y pueda decir el nombre de los dibujitos que le vayan enseñando... Así que creo que va a pasar un tiempecito hasta que volvamos.Por lo demás, la mañana ha sido agotadora. Él se lo ha pasado pipa subiendo, bajando, corriendo por los pasillos, intentando cogerle a la gente el café de la máquina (¡mientras se está preparando!), cotilleando bolsos ajenos y observando con mucha atención como otros bebés usan su chupete (¡¡me pregunto qué pensará!!). Así que esta tarde nos quedaremos en casita tranquilamente (quitando un rato de parque, que hay que aprovechar el solazo que tenemos), que ¡falta nos hace!.