Alquería señorial valenciana de Falcó del S. XVII
Alquería de Benlloch (autor desconocido)En cuanto a mí, no he conocido mejor vida que la que he tenido entre las paredes de la alquería donde nací. No me cabe duda que vivir en la ciudad puede tener sus ventajas, la comodidad de comprar cuando quieras y a la hora que quieras, porque siempre hay algo abierto. Y sobre todo disponer de los servicios sanitarios rápidamente ante cualquier problema de salud y desplazarte a un centro sanitario en pocos minutos ante una emergencia. Pero vivir en una alquería tiene algo mágico y la tranquilidad de vivir en la huerta no tiene precio.
Diferentes tipo de alqueríasCon respecto a la vida en la alquería, era muy diferente a la de la ciudad, la tranquilidad y la relación entre los vecinos creaba unos vínculos de amistad fuertes y profundos para toda la vida, ante cualquier problema los tenias siempre dispuestos a echarte una mano fuera para lo que fuera. No tengo que decir cuanto añoro aquel tiempo, por eso siempre que puedo me alejo de la ciudad, ya que la vida en la jungla de bloques y coches se me hace insoportable y paseo por el campo entre alquerías en donde me siento feliz.
Por otro lado y por desgracia, muchas alquerías fueron engullidas ante la expansión de la ciudad. Hoy día hay muchas abandonadas, otras se expropiaron, y otras muchas en ruina. También quedan muchas habitadas, y otras que se encontraban abandonadas, han vuelto a la vida al ser restauradas por personas con un nivel económico medio alto, que desean vivir con tranquilidad en el campo, pero tan solo a unos pocos kilómetros de la ciudad y lejos de los tubos de escape que llenan el aire de dióxido de carbono.
Por increíble que parezca, este es un barrio a las afueras de ValènciaTambién para muchas personas las pedanías son una buena opción, suelen ser barrios separados de la ciudad, pero se rigen como un pueblo, con alcalde/alcaldesa, autonomía y leyes propias. Éstos actúan como intermediarios entre los vecinos de las pedanías y el Ayuntamiento de València. Además son lugares con un encanto especial, Incluso hay rutas para visitarlas, para conocer las alquerías, las barracas o probar la rica gastronomía valenciana. Dar paseos por pedanías donde se alterna la vida urbana con la tradicional huerta sólo se puede hacer en esta tierra.
Barrios más parecidos a un pueblo que a una ciudad, con su plaza, iglesia etc. Pero hay pedanías que tienen más habitantes que muchos pueblos, como el Perellonet, una pedanía de la ciudad de Valencia perteneciente al distrito de Los Poblados del Sur y situada en el Parque Natural de la Albufera. También tenemos la de Poble Nou o la de Borboto, El Palmar etc. Vivir en una pedanía también es una buena opción, ya que los precios de la viviendas o de alquiler en la capital son brutales. Pero hay que tener mucho cuidado y paciencia, no sea que por salir de la sartén caigas en el fuego. Lo mejor es un alquiler, si no estás a gusto te buscas otro sitio y arreglado.
A pesar de la crisis la construcción de viviendas con todo tipo de servicios sigue en auge.
En cuento a las construcciones nuevas en la actualidad y sobre todo en los nuevos barrios a las afueras de la ciudad, están pensadas para sentirnos a gusto y no tener la necesidad de comprar una segunda vivienda. Podemos encontrar viviendas unifamiliares, bugalogs, casas adosadas, y viviendas de todo tipo, con zonas privadas, piscina comunitaria, parque infantil, gimnasio, cafetería y amplias zonas ajardinadas y parques. Hay mucho donde escoger y a gusto de cada uno, el problema son los precios.
Parque de Orriols y viviendas adosadas Para acabar, he de reconocer que me gustaría volver a vivir en una alquería y volver a mis orígenes. Porque no tenemos que soportar vivir a disgusto. No soy el único, hay muchas personas que buscan como yo “Una manera diferente de vivir”. Particularmente deseo alejarme del estrés que la ciudad me provoca. Los ruidos constantes de todo tipo que oigo a todas horas y que me entra por las ventanas abiertas, lo que me obliga muchas veces a cerrarlas, incluso en el verano. Así que me tuve que poner aire acondicionado para poder soportarlo. También vivir en un primero y en una calle con mucho tráfico es muy molesto y escuchar a todo el mundo que pasa por la calle es muy desagradable.
Y la noche no es mejor que el día "el ruido del camión de la basura a la madrugada nos despierta". Y además hay vecinos que no tienen otra cosa que hacer que montar el escándalo una noche y otra también y da igual que venga la policía, todas las noches lío. El caso que era un barrio obrero fantástico donde todo el mundo se conocía y se vivía muy a gusto. Pero des de hace unos años esto ha cambiado para mal y se ha convertido un barrio muy incomodo para vivir si buscas tranquilidad y el problema que también tenemos de okupas y delincuencia no ayuda.