Buenos días! No sé si os pasará tambén a vosotras, pero hay fotografías que me enamoran en gran parte, por la luz que se ve captada en ellas. Eso me ha pasado, con las imágenes de la mesa de hoy. Quizá con otro tipo de ambiente, o en otro momento del día, no hubiera decidido compartirlas en el blog con todas vosotras. Sin embargo, en cuanto las he visto, me he enamorado de la magia que desprenden. Si me imagino una mesa bonita para compartir con amigos o familia en un mes de febrero, la verdad es que lo tengo claro: sería una muy, muy parecida a la que vemos en las imágenes. Sencilla, especial, delicada y con ese aire retro que últimamente me encanta en todo. Los centros de las mesas estan elaborados con ramas frescas y troncos... Un recurso de bajo precio que queda perfecto. Los bajoplatos en oro, muchas ya los tenemos por casa de la Navidad, y en cuanto a las velas, que cierran el ambiente, pues más de lo mismo... ¿quién no tiene por casa?
Quién se anima a probar con esta mesa?
Coralia.
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