Si a una bayeta le pones un palo limpiar es mucho más fácil. Si a un caramelo le pones un palo, comerlo es más divertido. Si a un móvil le pones un palo… ¿para qué necesita un móvil acoplarle un palo? La respuesta es sencilla: para hacer mejores “selfies”.
Si nos hubiesen dicho que el regalo estrella de las pasadas navidades iba a ser un palo para hacer más fáciles las auto fotos nos hubiésemos extrañado (o no… porque cosas más raras se han visto), pero hay que tener en cuenta que los selfies prácticamente se han ganado un puesto entre los géneros de fotografía y es una disciplina de las más practicadas (quiénes la practican y si es necesario que vayan acompañados de “morritos estilo pato” es otro tema); además el término se ganó el puesto como palabra del año.
Pero volvamos al palo en sí. Este artefacto ha generado tantos amores como odios. Entre los adoradores están todos sus usuarios, todos lo que no lo usan por vergüenza y supongo que también todos los amigos de lo ajeno que tienen mucho más fácil robar móviles. Si hablamos de sus detractores encontramos a aquellos a los que casi les sacan un ojo con el palito, los que odian la tecnología, los que no lo usan por vergüenza (sí, estos están en los dos grupos) y la práctica totalidad del resto de gente que no utilizan el palo. Por supuesto el invento ha generado muchos chistes y memes; personalmente el que más veces he visto repetido tenía que ver con variaciones de la frase “Una mierda pinchada en un palo”.
Tengo que reconocer que yo al principio estaba entre sus detractores pero tuve que cambiar de opinión (aunque por ahora no tengo intención de comprarlo/usarlo). ¿A qué se debe este cambio de actitud? Pues a una “noticia”(la entrecomillo porque no se ha ganado el derecho a denominarla así) que apareció en algunos medios con un titular que venía a decir “El palo del selfie llega al congreso” acompañada de una foto en la que un fotógrafo (lo siento, no recuerdo quién era) usaba un palo y un disparador remoto para tomar una fotografía por encima de todos sus compañeros. Mi primera reacción al ver la imagen fue “Que tontería, si eso se lleva haciendo siglos usando un monopie” y entonces caí en la cuenta…
¿Por qué si alguien hubiese ridiculizado a un fotógrafo usando un monopie le hubiese defendido? ¿Por qué me hace gracia ver a alguien usando un palo de selfie y no las poses que en ocasiones ponemos para buscar un encuadre? ¿Por qué esos casos me parecen “normales”? (Hay que reconocer que en ocasiones hacemos cosas raras para el resto de los mortales). Mi respuesta a mi mismo fue que no hay demasiada diferencia.
Una vez eliminados los primeros prejuicios empecé a ver las posibilidades para el palo. Estoy convencido que los dispositivos con el que más fotos se hacen cada día son los móviles y este es un accesorio que si no quieres ir cargado con todo tu equipo si no que te sirve la calidad de tu móvil (y ahora hay móviles que hacen muy buenas fotos) puede ser muy útil.
¿Serviría como un monopié para el móvil? Seguro.
¿Se podría usar como “zoom”? Por supuesto.
¿Nos permitiría cambiar el ángulo de nuestra foto? Al congreso me remito.
En definitiva este el paloes una herramienta más y de nosotros depende darle un uso para hacer una gran foto… o para hacer un selfie poniendo morritos.