Una panorámica no muestra con exactitud la inmensa colección que se albergaba en el pequeño local.
Después, por supuesto, fuimos al Museo de Cádiz, donde había como principal atracción para nosotros restos escultóricos fenicios, como podéis ver en las siguientes tres fotografías, si bien en la planta superior había una excelente colección de pinturas que no nos apeteció visitar. La entrada a este museo es gratuita cualquier día de la semana.
Después, camino de la Bahía de Cádiz, llegamos a este centro de arte contemporáneo con la exposición permanente Costus, este es el llamado Museo Ecco, también de acceso gratuito, y la exposición tiene una temática adaptada del Valle de los Caídos que versa sobre el declive de la movida madrileña con una curiosa recreación de reconocibles obras pictóricas interpretadas por los protagonistas de la movida madrileña, basadas estas pinturas en fotografías y empleados como materiales pinturas brillantes bajo la luz ultravioleta.
Este es simplemente el patio interior del edificio.
¿Reconocéis, a la izquierda, a Alaska? También tenían a Tino Casal, entre otros.
Esta era la sala infantil, en la que los niños encontrarán todo tipo de materiales para crear sus propias obras de arte.