Esta foto ya tiene unos meses.
El edificio Metropolis es, posiblemente, uno de los elementos que más se repiten en mis fotografías, pero es que es muy fotogénico y da mucho juego al estar entre dos de las principales calles de Madrid. A pesas de esto cada vez me resulta más difícil encontrar un encuadre diferente.
En esta ocasión quise darle un toque más de cerca. En un primer momento me puse justo debajo haciendo un contrapicado extremo, pero no encontraba un encuadre que me gustase del todo… así que me alejé un poco situándome al otro lado de la calle. Probé distintos encuadres, poco a poco más bajos hasta que me tuve que sentar en el suelo para encontrar el que buscaba.
Sin embargo a la foto le faltaba algo. Las nubes eran chulas, tenía el edificio donde quería… pero no era la foto que quería. Y en ese momento pasó una moto. Esa no fue la que capturé, si no la que me dio la idea.
Reencuadré ligeramente, ajusté los parámetros para que la siguiente moto que pasase quedase con un desenfoque de movimiento y esperé y esperé. Sí, pasaban motos, pero o bien iban acompañadas de más coches (yo quería la moto sola) o bien eran deportivas (buscaba algo más tipo chopper).
Tras un rato (algo menos de media hora) sentado en el suelo por fin tuve la oportunidad de hacer la foto que buscaba.
Estoy contento con esta foto aunque creo que a la gente en general no les gusta demasiado, pero la ventaja de fotografiar por placer es que puedo hacer lo que quiera. Aunque eso no quita que me guste que me digan que “fotos tan chulas” tengo.
P.D: Aprovechando que en la fotografía digital podemos ver los resultados en el momento mientras estuve sentado cada vez que pasaba una moto “de las que no me valían” hacía una prueba para que en el instante que pasase “la buena” estuviese todo listo.