Pasaje destacado"Por regla general, si me preguntan por mi pasado, me lo invento. Con facilidad. Sin pestañear. En pocas ocasiones pronuncio la palabra «papá» o la palabra «mamá»; en pocas ocasiones cuento anécdotas de mi padre o de mi madre.
Y, cuando sucede, cuando digo «papá» o «mamá», a quien me refiero, en realidad, es a otro padre, a otra madre. Un padre y una madre ficticios. Otra niñez. Otro Fede que nada tiene que ver con el auténtico Fede. No, no suelo hablar de mi infancia"
“Una mujer furiosa” (2023) es la quinta y última novela publicada de Antonio Fontana (Málaga, 1964), y primera que yo leo de él, un autor-periodista malagueño que comenzó su andadura literaria en 1997 con “De hombre a hombre”. Después, le siguieron “El perdón de los pecados”, con el que quedó finalista del Premio de Novela Café Gijón en 2003, galardón con el que finalmente se alzó en 2020 con “Hasta aquí hemos llegado”. Después también ha publicado “Plano detallado del infierno” (2007) y “Sol poniente” con el que fue Premio Málaga de Novela en 2017. Actualmente coordina la sección de Libros en ABC Cultural.
Sinopsis oficial de la novela
Santi Alarcón, el protagonista de esta novela, no sabe por dónde empezar a contarnos su infancia. ¿Por el día en que se tragó una mosca o por el día en que su madre asfixió a una rata con insecticida? Elija el momento que elija para tirar del hilo de su memoria, el resultado es un doble retrato. El de una España que se abre poco a poco a la democracia y el de una familia infeliz: unos padres que a duras penas se soportan, un abuelo huraño y violento, un hermano bravucón más interesado en el boxeo que en los estudios… Y, entremedias, los primeros deslumbramientos sentimentales, el papel de la mujer en la sociedad del siglo XX, la homosexualidad callada, y el mayor enigma de todos: ¿qué empujó a Martina, la madre de Santi, a huir con un niño?.
Los puntos fuertes de la novela
✔ Un comienzo que atrapa, nos pone en alerta y nos incita a seguir, por mucho que en cierta forma se nos cuente el final:
Cuando yo tenía doce años mi madre secuestró a un niño. Esta es la historia de lo que ocurrió, pero no de cómo ocurrió, porque esta no es una historia de certezas y seguridades, sino de sospechas. Sin embargo, es lo único que puedo ofrecer: la historia de mis padres, la de mi hermano, la mía. En el fondo, una historia de amor, como la de cualquier otra familia. Aunque, si lo normal es que pasemos por la vida sin vivir grandes amores —con suerte, uno; con mucha suerte—, mamá fue una excepción y, además del amor de papá, que Fede y yo conocimos en sus horas más bajas, vivió un amor pequeñito, inocente y terrible. Un amor de juguete. ¿Por dónde empezar? ¿Por el día en que me tragué una mosca?
Como para no seguir leyendo. . .
✔ Una historia muy interesante que te mantiene irremediablemente pegad@ a las páginas: se supone que han pasado varios años desde los sucesos ocurridos en el verano de sus doce años que nos cuenta el niño de la familia protagonista, Santi, que ahora ya no es un niño. Santi recuerda, extrae datos falsos de las profundidades de su mente, adornando, rellenando los vacíos, los espacios en blanco, los huecos, las ausencias, porque realmente aún habiendo pasado tanto tiempo, no tiene certezas tan solo dudas, incertidumbres de todo aquello. Santi nos avisa desde el principio, nos dice que en su familia no saben ser felices, que se les da fatal aunque lo intentan y nos narra su historia, que es al fin y al cabo una historia de amor.
Los Alarcón viven en Málaga, calle Salitre 15, “la casa de las humedades” como la llaman por su proximidad al río, aunque disponen de una segunda residencia en Benapujarra, donde pasan las temporadas de vacaciones para el fastidio de Martina, la madre, “la mujer furiosa” que odia el pueblo y todo lo relacionado con él. Ese último verano que se nos narra, fue el que hizo saltar a la familia al completo por los aires y consiguió que ya nada volviera ser lo mismo para ninguno de ellos, nunca más.
Nosotros, los Alarcón, éramos los Alarcones, los Malaguitas, los Salitrosos; apodo, este último, al que daba nombre la calle de Málaga en la que vivíamos: Salitre. Los Salitrosos, los Malaguitas, los Alarcones. Podía ser peor. De hecho, lo era. Peor. Porque también nos apodaban los Domingueros, los Veraneantes. Los Forasteros. Si hubiera prestado más atención a los chismes y a las envidias que a su huerto, papá se habría percatado de cuánto lo despreciaban. ¿Forastero? ¿Él, que se había criado en Benapujarra? Donde, según mamá, todos los vecinos —todos— eran unos catetos, una panda de catetos, unos catetos engreídos. En ese orden. O en este otro: gentuza, imbéciles, paletos. Muertos de hambre.
✔ Una ambientación que nos transmite cierta nostalgia: la trama y el autor nos sitúa a finales de los setenta-principios de los ochenta, en “aquella España que iba desatando poco a poco los nudos que Franco había dejado atados y bien atados”, entre personajes, actrices, series de televisión de aquellos maravillosos años: "Vickie el Vikingo", "los hermanos Malasombra", el programa "Un, dos, tres", "Curro Jiménez", "Marco" y "Heidi", "el Pequeño Saltamontes", "Bonanza", Bárbara Rey y Ágata Lys entre otr@s.
Además, la novela tiene su propia banda sonora, con cantantes que a todos nos suenan de la época de los "elepés", y los singles: Luis Aguilé, Julio Iglesias, Jimmy Fontana, Mocedades, Raphael, Pablo Abraira, Janet y sus conocidas canciones que seguro hemos escuchado y cantado alguna vez como “Gwendoline”, “Gavilán o paloma”, “No tengo edad”, “Poxa”, “Il Mondo”, “Yo soy aquel”, “Mamy Blue”, “Una lacrima sul viso”…
Os dejo una pequeña lista que he creado en Spotify
La trama transcurre entre Benapujarra y Málaga, se nota que el autor es malagueño, en la novela se nombran algunos de sus barrios y zonas (el barrio del Perchel, la Alameda Principal, la calle Larios, etc). Si conocéis la ciudad, seguro que ello resulta un aliciente para disfrutar mas de esta novela.
✔ Los personajes: cercanos, bien construidos y variados. Empatizamos de forma especial con Santi y también con su hermano Fede, cuatro años mayor:
● Santi el narrador y protagonista principal, vemos lo sucedido bajo su óptica, con sus ojos y mente de niño.
● La madre, Martina, es una mujer desenvuelta y sin complejos que habla abiertamente con su vecina Nines del machismo, de la estafa que supone para ellas el matrimonio y dedicarse únicamente a ser amas de casa.
Hablando de otra cosa, ¿no crees tú que la vida de casada es el doble de aburrida que la vida de soltera?—Eso no es hablar de otra cosa, eso es hablar de lo mismo. Pero sí. El doble de aburrida y con el doble de obligaciones.Ayayayayaaaaay.—¿Nos habremos vuelto feministas, Nines?—¿A nuestra edad? No me veo yo con minifalda ni quemando sujetadores, que mira que están caros.—La gente cambia.—Nosotras no, Marti, nosotras no.
Martina odia la naturaleza, el campo, siempre anda maldiciendo y, como se nos cuenta en la primera frase de la primera página del libro, secuestra a un niño, huye con un niño ¿su hijo? ¿otro niño?. Ella es la “la mujer furiosa” a la que se refiere el título de la novela.
● El padre de familia es maestro de escuela y el que mas disfruta cuando pasan tiempo en el pueblo, su pueblo. Fue criado por sus dos tías Fuensanta y la tía Quinita, que tomaron las riendas de la crianza y su educación al morir su madre, la abuela Úrsula, en el parto al darle a luz. Es un tipo curioso que deja libros abiertos y subrayados repartidos por toda la casa, lo que mas que una invitación encubierta a la lectura, supone para él una forma de comunicación con el resto de la familia.
● El abuelo Federico, por parte de padre, es irascible, palabrotero, cascarrabias, el único abuelo al que Santí ha conocido, ya que los maternos, Santiago y Martina murieron de cáncer ¿o de pena? después de que su hijo menor Pablo, el tío Pablo, Pablinchi muriera ahogado a los seis años.
El abuelo Federico, mordisqueando siempre un cigarro temblón que, en la distancia, confundías con un colmillo que le hubiera crecido hacia fuera, a lo Drácula; hasta que veías el humo escapar por su nariz y por su boca y lo oías toser con esa tos que lo volvía del revés. Su mirada prendida del horizonte, barruntando lluvias y granizos, inundaciones, sequías o cualquier catástrofe que pudiera poner en peligro sus cosechas, sus árboles, sus animales. Su vida. Y, cuando no estaba desentrañando nubes, estaba, azada en mano, con el espinazo encorvado sobre los surcos y los caballones del terreno, cada una de las arrugas de su rostro, otro surco, otra grieta cubierta de polvo, de suciedad, de tierra.
✔ Una prosa bonita, cuidada con un lenguaje bastante coloquial y buenos diálogos, una historia que desprende cierto humor e ironía y llega a sacar alguna que otra sonrisa
Mi cerebro —mi memoria—, una lavadora centrifugando en cuyo tambor se mezclan —entre el suavizante de las mentiras que no sé que lo son y la espuma del detergente de la infancia.
✔ Temas que trata: el mas importante es el de la culpa que arrastra Santi el protagonista, ese niño ahora hombre cuya culpa le consume, ya no la vergüenza, que según él “no dura para siempre, porque la vergüenza a diferencia que la culpa caduca.” Además, bucean en el texto otros asuntos como la felicidad esquiva, la memoria, el daño demoledor y catastrófico que algunas mentiras pueden causar, y la homosexualidad con armarios cerrados.
✔ Para acabar, dos curiosidades: ● En una entrevista concedida por el autor a La opinión de Málaga , nos cuenta que tuvo un infarto justo antes de publicar la novela, terminando su corrección."Mientras corregía las pruebas finales, sufrí un infarto. Pero no lo he vivido como un drama. Aquí estoy, ¿no? ¡Pues a seguir dando guerra! Es decir, ¡a seguir escribiendo!», cuenta el también periodista, que terminó de corregir la novela en la UCI".
● Parece que el pueblo de Benapujarra no existe, pero sí existe un pueblo malagueño llamado Benamocarra ¿habrá jugado el autor con esas dos palabras a propósito para crear ese nombre ficticio?
Resumiendo: "Una mujer furiosa" me ha parecido una magnifica novela, muy bien escrita, interesante y diferente, que retrata a la típica familia de los ochenta de clase media con dos casas, la del campo y la de la ciudad. Una historia que atrapa desde el comienzo, que te incita a averiguar qué le sucede a "la mujer “furiosa" y porqué está "furiosa", una historia protagonizada por los miembros de una familia destruida a causa de una mentira.
El mapa del destino jamás cuadra con el de nuestros sueños.
¿Os recomiendo esta novela? Por supuesto, por varios motivos: por todos los puntos destacables que os he contado arriba, pero sobre todo porque es una novela que nos lleva de viaje y de la mano a los veranos y veraneos de nuestras infancias, al menos de la mía. Curiosamente, mientras leía, me han venido a la cabeza las historias que nos cuenta Pedro Simón en sus novelas, en las dos que he leído suyas.
Mi nota esta vez es la máxima, para variar, dicho sea irónicamente: