Revista Cultura y Ocio

Una nave y los precipicios cinematográficos

Publicado el 20 junio 2015 por Iván Rodrigo Mendizábal @ivrodrigom

Cordero

Por Priscilla Aguirre

Fotos: Gabriel González

(Publicado originalmente en revista digital Barranco, el 27 de noviembre de 2013)

Un sonido grave, distorsionado y atractivamente perturbador va indicando que algo más grande que nosotros está envolviendo la atmósfera.

Música de violines videntes va anunciando que estamos entrando a un viaje donde la vida misma deberá ponerse a prueba.

Y todas las capas del cielo son rebasadas, y llegamos al espacio sideral. Ya nada de lo que sabemos es cierto. Y todo se revela desconcertante y abrumador al mirar por la ventana de la nave Europa One.

Un vuelo con la imaginación y un montaje abrupto anuncian el mayor de los caos. Una luz blanca ilumina los anhelos de seis astronautas en su misión de encontrar muestras de vida en Europa, la luna glacial de Júpiter.
Con estos matices inició para mi “Europa Report”, el más reciente film de Sebastián Cordero. Su primer trabajo hablado en inglés y grabado durante 19 días en Nueva York, sin tener más locaciones que un estudio al que llegaba en bicicleta cada mañana. En aquel set aguardaba una de las grandes protagonistas: la nave espacial.

El guión fue escrito por el estadounidense Philip Gelatt y cobró forma y color con el trabajo de la dupla integrada por el director de fotografía ecuatoriano Enrique Chediak y Eugenio Caballero, director de arte mexicano. Ambos trabajaron anteriormente con el director ecuatoriano en “Crónicas” y “Rabia”.

Para muchos de los que participaron en este viaje, todo era nuevo.

El mismo Sebastián e incluso la actriz protagónica de nacionalidad rumana, Ana María Marinca, vivían con este film, su primera incursión en el género tan visto de la ciencia ficción. Este fue para ellos un terreno en el que intentaron y lograron en muchos momentos, transformar clichés del género, dejar a un segundo plano los efectos visuales, y sacar un real provecho al lenguaje cinematográfico. Independiente de que las enigmáticas expediciones de astronautas al espacio, sea algo a estas alturas muchas veces contado, el modo que escogió Cordero para abordar esta travesía, es lo que convierte a la película en una experiencia imán. El tiempo por ejemplo, es un cristal hecho trizas que van sin pausa de adelante hacia atrás. Sin embargo este recurso que me caotizó durante los primeros 15 minutos, luego, si lo dejas, cobra un placentero sentido.

A todos quise preguntar sobre sus miedos o preocupaciones al encarar una obra interespacial, y todos coincidieron en lo mismo, eso me encantó.

“Europa report” ha significado para todo el equipo técnico y actoral, una búsqueda y un lanzarse al vacío constante.

Grabado simultáneamente a 8 cámaras, capturando todos los ángulos posibles, y con un set hermético donde los actores se sumergían aislados del mundo exterior, este film les ha significado un borrar todo lo vivido y reaprender el cine. Las luces quedaban preseteadas dentro de la nave y eran controladas a través de un dimmer digital. El ambiente entero estaba premicrofoneado. El rigor era científico. Los diálogos y cada movimiento también. Nada podía fallar en un viaje a otro planeta.

Ana María Marinca: empezar desde cero

La actriz que se dio a conocer al mundo por su papel de Otilia en el film ganador de la Palma de Oro 2007, “4 meses, 3 semanas y 2 días”, Ana María Marinca, interpreta a Rosa, piloto de la nave “Europa one”.

Yo tenía nervios antes de conocerla, eso bien tonto que a uno le pasa cuando va a ver de frente a alguien que admira. Pero ella, no tenía nervios de conocerme, entonces, a mí y a todo el público que vio la película junto a ella en una reciente proyección en Guayaquil, nos confesó que es humana de carne y hueso.

Yo le pregunté sobre sus inquietudes a la hora de encarnar a una astronauta y ella me respondió que “uno siempre tiene dudas y que dar vida a un nuevo personaje es empezar de cero básicamente.”

Para ella, “el hecho de que hayas hecho algunos films antes o teatro, no significa que tengas certezas de nada. Todo empieza desde el comienzo al iniciar un nuevo film”.

Ana María como ya lo dije más arriba, nunca antes había actuado en cine de ciencia ficción, no tenía idea de cómo pilotear una nave, pero según sus palabras, ahora ya sabe un poco, pues todos los botones que aplastaba y los comandos que ejecutaba, eran verdaderos.

“Europa report” es una película que tiene detrás un largo proceso de investigación, asesoramiento y consultas a científicos, miembros de la NASA, etc. Los actores no podían simplemente inventarse movimientos o improvisar.

Por otro lado, ser grabados desde 8 ángulos diferentes al mismo tiempo fue algo complejo y memorable para todo el elenco del film. “En cine normalmente siempre sabes qué parte de ti está siendo filmada, pero con el modo de grabación de “Europa report” no había reglas en muchas maneras. Se filmaba en tomas muy largas, y desde todos los puntos posibles. No había sitio para la vanidad ni para buscar tu mejor ángulo. Tenías que simplemente confiar.”

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Enrique Chediak y la luz que muta

El responsable de ir transmitiendo el deterioro de la nave y su ambiente asfixiante al transcurrir el tiempo, fue Enrique Chediak.

Este director de fotografía quiteño que ha trabajado desde el 96 en numerosas películas internacionales, tuvo su primer acercamiento a la fotografía entre los 16 y 17 años, cuando hacía montañismo en los páramos de la sierra ecuatoriana y a modo de diario fotografiaba su entorno. Un amigo chileno le presentó el cine, y cuando descubrió lo que hacía el director de fotografía, supo lo que quería hacer toda su vida.

Pese a llevar más 10 largometrajes en su trayectoria, puedes acercártele sin problema y verle hablar del modo más franco y descomplicado que un capo del cine puede hablarte. Él confiesa que “siempre tiene nervios. Antes, durante y después de un rodaje. Y que sin embargo siente que “el miedo es maravilloso si es que no te paraliza, pues el rato que te paraliza es tu enemigo.”

Si queremos saber cómo vivió las grabaciones de “Europa Report”, debemos imaginarlo escondiendo cámaras en la nave, pensando los 25 ángulos que según Sebastián se usaron en el film, y preparando una luz que va evolucionando con la historia, haciéndonos sentir atrapados junto a los personajes en aquella fría nave. Haciéndonos vivir sutilmente con la imagen, la claustrofobia de estar barados en el espacio exterior.

Eugenio Caballero y la lucha por las ideas

En México nació hace varios años la mente creadora del director de arte Eugenio Caballero, ganador del premio Óscar en el 2007 por su trabajo en “El Laberinto del Fauno”. En su camino ha cosechado colaboraciones con directores como Alfonso Cuarón, Fernando Eimbcke, Jim Jarmusch, entre otros, y esta vez, decidió viajar al espacio junto a Sebastián Cordero.

A este  Production designer, el género de ciencia ficción siempre ha llamado su atención y el reto de diseñar una nave espacial, era un imán innegable. Confiesa que pese al rigor que lo caracteriza, intenta nunca perder el sentido lúdico en sus rodajes. Es por esto que poder llevar a la realidad sus visualizaciones de una nave gigante, lo hacían del algún modo, sentirse como un niño. Tal vez esa honestidad y pasión al emprender un proyecto, lo llevan a revelar que “la duda creativa está siempre y que por más trayectoria o conocimiento que tengas del oficio, siempre estás expuesto a fallar cuando haces un acto creativo. Siempre estás expuesto a que no le guste a la gente. Entonces cuando no conecta, te quedas desnudo y cuesta mucho trabajo levantarse de una cosa así.”

Todas las emociones que se podían sentir al empezar una expedición a la luna de Júpiter, fueron batallas personales que según Eugenio se lidiaron en equipo. Él comentó que en este proyecto tenía “mucho que defender, ya que la película tenía varias pretensiones y poco presupuesto en una ciudad donde el dinero se va muy rápido, Nueva York”. Es por esto que “Europa Report” quedará grabada en su memoria como una jornada de combate y mucha lucha por defender las ideas en las que él, Sebastián y Enrique Chediak creían.

Sebastián Cordero y el sacrificio humano que le atrajo

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Siempre me ha interesado de cada película que veo, imaginar cómo fue el tras cámaras. En “Europa Report”, su director lo definió como un ambiente de total concentración. “Con mucha investigación detrás, habiendo hablado por horas con los actores y alistando todo el trabajo previo a esa maratón”, eso que él llama “una carrera de aguante”, los rodajes.

Para Sebastián, todo el proceso de llegar a un set de filmación es “muy raro, en el sentido de que uno planea algo por años, y el día en que va a filmar, de repente algo sucede y los imprevistos cambian las circunstancias en las que estás trabajando, y ahí toca adaptarte para seguir manteniendo la esencia de lo que planificaste.” Cada vez que terminaba una jornada, intentaba “irse limpiando la mente” de lo que hizo aquel día y al mismo tiempo, estar muy consciente de lo que ya se llevaba rodando. Un ejercicio de visualización y atención constante.

Todos los retos imaginables surgieron para este ecuatoriano que por primera vez dirigía una película en la gran manzana. Entre esos estaba el dominar el lenguaje, los códigos y avances tecnológicos y científicos que implicaba ser la cabeza de un viaje a Júpiter, trabajar con un guión ajeno, guiar a un crew internacional, etc.

A pesar de todo lo atractivo que puede ser para cualquier cineasta un proyecto como “Europa Report”, tenía que haber algo que realmente atrajera a Sebastián a esta película, y ese algo, fue justamente su química con el guión por contar una historia acerca del sacrificio humano y de todo lo que somos capaces de hacer para conseguir algo que es más grande que nosotros mismos. Uno de sus mayores motores fue la serie de personajes que a bordo de la nave Europa One se van enfrentando durante toda la película a la mayor prueba, decidir sobre la vida misma.

Sin duda, la combinación de estas cuatro mentes más las del resto del equipo de “Europa Report”, convierten a este film en una experiencia audiovisual estremecedora, tangible y emotiva. Se percibe la pluma de los tres latinoamericanos en un sinnúmero de fotogramas, logrando así que lo que podría haber sido una película más del espacio, tenga un estilo de autor original y nos invite a pensar en nuestra condición de humanos en el universo y por qué no, trasladar situaciones límite que se viven en el film, a nuestro mundo cotidiano. ¿Cómo reaccionaría yo si….?

¡Poner atención a la banda sonora! Es el brochazo de brillo de esta gran nave.


Archivado en: Cine, Crónica Tagged: NASA, Sebastián Cordero, Viajes espaciales
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