Una de las grandes causas de insatisfacción e infelicidad en nuestra sociedad actual se debe a un uso sesgado e incorrecto de nuestra conciencia; con esto quiero decir, un uso limitado de nuestras capacidades y habilidades debido a nuestro paradigma particular de la realidad.
Muchos se preguntarán; ¿Qué es un paradigma? ¿De qué se constituye? ¿Cómo podemos cambiarlo si es que tenemos posibilidades reales para hacerlo? Un paradigma constituye un conjunto de suposiciones implícitas que no tienen porque ser confirmadas; de hecho, son esencialmente inconscientes. Forman parte de nuestro modus operandi como individuos y como sociedad. Es como si nos incorporasen de “serie” un sistema de creencias preestablecido para funcionar con mayor soltura y seguridad en eso que llamamos “realidad”.
Un paradigma nunca se pone en duda puesto que nadie piensa en él; es como si lleváramos todo el tiempo las típicas gafas con cristales rosas y todo lo vemos de ese color. Nuestras percepciones nos llegan a través de ese marco que encuadra todas las cosas que damos por supuestas, nunca nos las cuestionamos y ni siquiera nos damos cuenta de que existen, hasta que un día nos damos de narices contra una pared y las gafas de color rosa se hacen añicos, y de repente, el mundo parece diferente.
Llegados a este punto, es preciso preguntarse de manera consciente algunas preguntas; ¿Mi sistema de creencias está sacando a relucir lo mejor de mi?¿Soy consciente del paradigma que impera en mi vida? ¿En que se basan los argumentos que sustentan mis percepciones de la vida y la realidad? Es preciso que nos hagamos estas preguntas para generar conciencia en nosotros mismos. Las preguntas nos permiten vislumbrar un horizontes de posibilidades nuevo, y nos ayudan a crear nuevas formas de estar en el mundo. Las preguntas traen consigo conciencia y nuevas perspectivas; debemos usarlas para sacar el mejor arsenal a nuestra disposición.
Debemos crear una nueva conciencia, en la cual, el ser humano conciba el mundo como una realidad susceptible de ser cambiada y moldeada según altos estándares que tengan como base la interrelación, la cooperación y el crecimiento. Erigirnos como verdaderos protagonistas de nuestras vidas y no permitir bajo ningún concepto falsos convencionalismos ni sistemas de creencias inconscientes que reduzcan y limiten nuestro potencial. El gran mal que padece la sociedad del siglo XXI es precisamente la inconsciencia severa a la que esta sometida por diversas estructuras y entes de poder. Es aquí cuando nuestra vida pasa a ser “dominio” de otro y perdemos el control de los acontecimientos, sucesos y decisiones que a la postre configurarán de manera determinante nuestra vida.
La plenitud y la felicidad solo pueden venir de una vida consciente en la que el paradigma sea crecer, progresar y compartir. Debemos erradicar las auto-limitaciones impuestas por nosotros mismos y por otros. Debes preguntarte que es lo más importante para ti hoy, que tu conciencia te dicte lo pasos a seguir, siempre te hablará con verdad y con claridad, no albergará ningún espacio de duda, porque ella en esencia es conocimiento y saber. ¿De verdad crees que el saber y el conocimiento pueden jugar en tu contra? ¡Por supuesto que no! Sin duda buscarán la mejor versión de ti.
Os cuelgo un vídeo fabuloso, se títula “Crear tu propia vida”. En él se habla con más profundidad sobre como la conciencia crea la realidad y sobre la capacidad real que tenemos de dar un vuelco de valor a nuestra vida.
“Busco a un montón de hombres con una capacidad infinita para ignorar lo que no puede hacerse”
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure