
En un contexto de juzgados saturados y de conflictos que se alargan durante años, el abogado Ricardo García-Salmones Rovira explica una nueva forma de abordar los conflictos legales, basada en un cambio claro de enfoque: priorizar una solución real y útil para el cliente frente a la confrontación clásica, tanto en los pleitos como en las negociaciones que reproducen la misma lógica de enfrentamiento y desgaste.
Porque la pregunta es sencilla:
¿De qué sirve tener razón si para obtenerla voy a perder años de mi vida, dinero, salud emocional y voy a empeorar todavía más la relación con la otra parte?
Especialmente en ámbitos como divorcios, rupturas de pareja, herencias o conflictos familiares, el sistema muchas veces empuja a esa pelea por la razón jurídica, ya sea en los tribunales o en negociaciones interminables que acaban siendo igual de tensas y costosas: una pelea lenta, en la que, al final, a menudo solo una de las partes obtiene reconocimiento, después de un enorme desgaste para todos.
¿En qué consiste esta forma distinta de resolver los conflictos?
Se trata de situarse de otra manera frente al conflicto legal.
Parte de una realidad que muchos clientes descubren tarde: acumular argumentos legales no siempre acerca a la solución. Al contrario, en muchos casos alarga el conflicto, incluso cuando formalmente se está “negociando”, y lo enquista.
Frente a eso, mi experiencia tras más de 25 años de ejercicio profesional me ha llevado a proponer un enfoque más práctico: centrarme en qué le sirve realmente al cliente, aquí y ahora, para cerrar el problema y recuperar tranquilidad.
Es una forma de ejercer la abogacía plenamente jurídica, pero que no se queda atrapada en la lógica tradicional de confrontación.
¿Cuál es el eje central de este enfoque?
El eje central es acompañar al cliente a recuperar su poder de resolución del conflicto, sin depender de que la otra parte quiera colaborar ni de que el sistema judicial funcione con rapidez o eficacia.
Se trata de analizar qué opciones tiene el cliente dentro del marco legal que no requieren una intervención externa para solucionar el asunto de forma rápida y funcional. La experiencia demuestra que, en la mayoría de los casos, esas opciones existen, aunque, por puro automatismo, nadie se las haya planteado antes.
No se renuncia a la razón jurídica. Simplemente, no se queda uno atrapado en ella cuando no conduce a una solución práctica.
¿En qué se diferencia de la confrontación clásica?
Esta forma de trabajar se hace otra pregunta: ¿Qué necesita realmente esta persona para cerrar el conflicto y seguir con su vida?
En la mayoría de los casos, la respuesta no es una sentencia, sino tranquilidad, tiempo, liquidez, protección familiar o una solución útil que evite años de desgaste innecesario, también en procesos de negociación que, de otro modo, podrían prolongarse indefinidamente.
¿Cómo se trabaja entonces el conflicto?
Primero se analiza el asunto desde el punto de vista legal.
Después se cambia la mirada: se estudia el conflicto sin reproducir la lógica del enfrentamiento, ya sea en sede judicial o en la negociación, y se valora el margen real de actuación del cliente para llegar a una solución eficaz, siempre desde la serenidad.
En la mayoría de los casos, este modo de trabajar permite resolver el conflicto sin llegar al pleito, y también evitar negociaciones estériles, con un enorme ahorro de coste emocional, de tiempo y de dinero.
¿Significa esto renunciar a los tribunales?
No.
No se renuncia a los tribunales, pero no se depende de ellos para resolver. Cuando el procedimiento judicial es inevitable, se acude con claridad, sin reactividad y con una posición mucho más sólida y pragmática.
Incluso cuando no se evita el procedimiento judicial, el cliente llega en una situación más fuerte, tanto desde el punto de vista jurídico como desde su capacidad de sostener el proceso sin un desgaste innecesario.
¿Tiene este enfoque un nombre?
Este modo de trabajar ha cristalizado en una metodología propia desarrollada por el abogado, denominada Abogacía Cuántica®, marca registrada, basada en la práctica de años y recogida recientemente en el libro “Abogacía Cuántica. De la batalla legal a la solución real”.
Quienes deseen profundizar en este enfoque pueden encontrar más información y contenidos divulgativos en el perfil profesional de Instagram @abogacia_cuantica, así como las vías de contacto en la página web profesional del abogado Ricardo García-Salmones Rovira, www.unarespuestalegal.com

