![Una nueva maternidad: Reflexiones de mujeres en la Red Una nueva maternidad: Reflexiones de mujeres en la Red](https://m1.paperblog.com/i/57/577281/una-nueva-maternidad-reflexiones-mujeres-red-L-NyY0Wn.jpeg)
Esta humilde mamá sin complejos se identifica con vosotras, os admiro por haber emprendido esta maravillosa aventura.
Hoy en El blog Alternativo entrevistan a Ileana Medina, una de las cabezas visibles de este proyecto. Me atrevo a reflejar aquí la entrevista, sus palabras, las reflexiones de estas 15 mujeres, que son las reflexiones de muchas de nosotras.
“PROPONEMOS UN CAMBIO hacia una crianza respetuosa. Derribar el último y más importante tabú que nos queda: el de creernos superiores a los niños y obligarles a cumplir nuestros deseos. Una crianza consciente que comience cuidando todo el proceso, desde la gestación”
“La “nueva maternidad” es ya el presente y el futuro. Uno de los pocos futuros posibles que alcanzo a vislumbrar es, por ejemplo, el de una ciudad llena de pequeños negocios familiares, donde la gente conozca, ame y sienta el oficio en el que trabaja, utilice materias primas cercanas y de calidad, y trabaje desde el amor y la pasión, mientras los bebés cuelgan de sus madres y los niños corretean por el negocio familiar a la vez que aprenden, se integran, y se vuelven seres humanos plenos.
El modelo intensivo de la industrialización está agotado, no es sostenible por ninguna parte. Ni ecológicamente (el mundo se deteriora como todos vemos) ni económicamente (esa es la crisis de la que hablamos), ni humanamente, pues la gente no acepta ya más ser mercancía barata en manos de políticos, empresarios y banqueros”
Ileana Medina Hernández
Es un silencio a gritos…
Miles de madres y padres han roto con el “modo automático” de criar hijos interiorizado desde hace siglos y están configurando el movimiento más revolucionario pero menos investigado y tomado en cuenta del momento: la crianza consciente y el cuestionamiento de muchos “…ismos” oficiales.
El mundo no solo se cambia desde acampadas o instituciones, sino que las raíces y las alas están dentro de nuestra casas.
Para hablarnos de esta tendencia emergente, imparable y mundial hemos entrevistado a Ileana Medina Hernández, periodista y analista de los cambios microsociales que están ocurriendo en los hogares, en las redes sociales, en los paritorios, en los parques, … y sus influencias.
Ileana es coordinadora y una de las 15 co-autoras del libro “Una nueva maternidad” en el que madres y mujeres toman la palabra para mostrar las nuevas reglas del juego, que son estas…
1. ¿Qué es la “nueva maternidad”?
La “nueva maternidad” es un fenómeno del siglo XXI que se cuece en las casas de cada una, y se teje en Internet.
Desde cientos de blogs que crecen y crecen, páginas webs, redes sociales, foros, se puede constatar hoy un nuevo fenómeno: el de la maternidad «consciente» y la crianza «natural», una especie de m(p)aternidad posmoderna, posfeminista y ecologista, que a grandes rasgos, podría caracterizarse así:
- Familias tardías, que posponen la procreación hasta más allá de la treintena, una vez alcanzados los objetivos de estabilidad laboral y personal. Estos hijos son escasos, planificados y deseados.
- Cada vez mayor nivel cultural, cualificación profesional, búsqueda y contraste de información en libros, revistas, internet… en lugar del mero acatamiento de las instrucciones de un pediatra o de las abuelas.
- Identificación de los males de la «pedagogía negra» y de la violencia familiar que se han perpetuado a través de generaciones, para evitar repetirlos con nuestros hijos.
- Regreso al paradigma de la «crianza natural». La propia capacidad para buscar información más allá de la inmediata que aporta el entorno, la madurez sociológica de las clases medias, la reconciliación con los arquetipos de la femineidad, y el compromiso emocional de la pareja, permite una re-conexión con la fisiología, un rechazo al exceso de intervencionismo tecnológico, y una crianza más «natural», espontánea y de contacto físico: parto respetado, lactancia materna a demanda, colecho, porteo, alimentación casera cuidada, etc.
- Conciencia ecológica: utilización cada vez más frecuente de alimentos eco y bio, productos de higiene naturales, pañales reutilizables, juguetes de madera, materiales orgánicos y artesanales, etc.
- Madres foreras y blogueras: el uso de las nuevas tecnologías, la nueva cultura en red. El debilitamiento de las redes familiares tradicionales (madres, abuelas, hermanas, vecinas…) que vivieron la «cultura del biberón» y que no coinciden con nuestro modo de entender la maternidad, y que muchas veces viven a largas distancias, ha sido sustituido por la aparición de gran cantidad de sitios web dedicados a la maternidad, foros, blogs, redes sociales, y modos de apoyo virtual que permiten a las madres (y también padres) de similares inquietudes compartir conocimientos y experiencias, formando nuevas «tribus virtuales».
- Madres en solitario, adoptivas, homosexuales, con matrimonios sucesivos o en parejas de hecho, con modelos familiares distintos del matrimonio tradicional, y en familias nucleares muy reducidas. Parejas volcadas en el tiempo y cuidado dedicados a nosotros mismos, más interesadas en la felicidad y en el aspecto «nutricio» de la familia, que en la producción, el consumo o la moral tradicional.
- Influencia política. Hoy es posible, desde dentro del sistema económico-productivo, la exigencia de nuevos derechos laborales y de nuevas formas de organización del trabajo, que permitan bajas maternales y paternales remuneradas más largas, protección de la vuelta al trabajo de las madres, más
tiempo con nuestros hijos, así como una consideración social más alta de las labores de la crianza, y de cuidado en general.
- Orgullo renovado del cuerpo femenino y maternante, no como mero «mecanismo reproductor» ni como falso estereotipo de belleza, sino como sentido primario de la sociedad, como derecho femenino, y como experiencia enriquecedora y única, que no tiene por qué ser «obstáculo» para el desarrollo laboral ni intelectual de las mujeres, sino todo lo contrario. Si se hicieran las transformaciones socio-laborales necesarias, que a su vez redundan en beneficio de los bebés (o sea, de toda la sociedad y su futuro), la maternidad y la capacidad laboral e intelectual de las mujeres pueden ser perfectamente compatibles.
2. ¿Y qué tiene de “nueva” exactamente? ¿Acaso habéis descubierto algo que no sabían las madres y la sociedad durante millones de años?
Lo nuevo es la conciencia. Durante millones de años, las hembras humanas han amamantado, abrazado, porteado y sostenido a sus hijos en todas las culturas, naturalmente.
Lo nuevo es que hoy las mujeres con estudios, con puestos de trabajo cualificados, estamos ELIGIENDO criar de esta manera. A contrapelo de las políticas oficiales, e incluso contradiciendo lo que nuestras madres y abuelas hicieron con nosotras y nos dicen que hagamos.
La lactancia materna extensa, el porteo, el colecho, el respeto por los ritmos de los niños, la crianza respetuosa… la estamos eligiendo conscientemente, y para ello, muchas veces tenemos que leer y estudiar, pues la sociedad no nos lo pone fácil.
Dar un biberón o comprar un carrito cualquiera sabe, y la publicidad está por todas partes, pero para mantener la lactancia a pesar de varias mastitis (el único especialista español en mastitis humana es un veterinario, siempre lo digo para dar idea del punto en que estamos), o para aprender a usar los fulares y portabebés, hay que buscar ayuda, conocimiento, apoyo… hay que hacerlo con conciencia y con muchas ganas.
2. ¿Qué criticáis respecto a la situación de la crianza, maternidad-paternidad e infancia en el mundo actual?
Mi principal crítica es que la crianza es adultocéntrica. Quiero decir, desde el punto de vista del adulto. Todas las decisiones sobre los niños se toman desde el adulto, lo que es más cómodo o conveniente para nosotros. Y los bebés tienen unas necesidades emocionales que están bastante distante de lo que los adultos imaginamos y hemos practicado hasta el día de hoy.
La historia de la infancia a lo largo de los siglos ha sido la historia de la INFAMIA. Hasta el siglo XIX, lo “normal” era que los niños fueran abandonados, castigados, violados, abusados, explotados laboralmente, por sus propios padres y familiares.
El psiquiatra Luis Rojas Marcos, en su importante ensayo Las Semillas de la Violencia, habla de que hasta un tercio de los niños eran abandonados o asesinados por sus propios padres en el siglo XIX en Europa.