Una nueva investigación sugiere que algún día podría ser posible crear una vacuna que pueda proteger al feto en crecimiento del nacimiento prematuro y sus complicaciones.
El problema que los investigadores plantean a tratar es según la hipótesis de que dado que el tejido fetal contiene material heredado de la madre y el padre, hay un aumento en el riesgo de que el sistema inmunológico de la madre pueda reconocer al feto como un invasor extranjero que debe ser rechazado. El resultado de esto implicaría un parto prematuro.
En la mayoría de los casos, sin embargo, esto no ocurre y el bebé es llevado a término de forma segura. Pero ¿por qué? Un equipo de investigadores de la Universidad de Minnesota y el Hospital de Niños de Cincinnati Medical Center creen que han encontrado la clave: las células T CD4.
Los autores del estudio explican que cuando una mujer queda embarazada, su sistema inmunológico estimula cierto tipo de célula normativo – las células T CD4. Estas células luego ordenan un bloqueo de rechazo, impidiendo que el sistema inmunológico de la madre ataque el tejido fetal y allanando el camino para un embarazo exitoso.
Los investigadores ahora creen que tienen un plan que podría conducir a una vacuna que pudiera garantizar un poco mejor que las madres llevaran su embarazo a término.
Las vacunas actuales están dirigidas exclusivamente a activación inmunitaria de las células T.
Por el contrario, una vacuna para el embarazo tendría por objeto estimular inmunosupresores para las células T para prevenir el rechazo de un feto.
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