«Una palabra mortal (Impossible times I)» de Mark Lawrence

Londres, enero de 1986. Nick, un chico de quince años, recibe una noticia devastadora: le queda poco tiempo de vida. Sin embargo, esto no será lo más extraordinario que le ocurrirá esa semana.

Él y su pandilla de juego de Dungeons & Dragons pronto descubrirán que la realidad supera con creces el mundo imaginario de sus partidas semanales. La llegada de una chica nueva al grupo, Mia, y la aparición de un misterioso personaje con habilidades sorprendentes desencadenarán una serie de sucesos que cambiarán su vida para siempre.

Un extraño hombre que le persigue. Un loco con un cuchillo. Un peligro que acecha a Mia.

Eso es solo el principio. Si quiere salvar la chica, Nick tendrá que emprender una carrera contra el tiempo, desafiando las mismas leyes de la física.

Editorial: RedKey (2022)

Nº de páginas: 248

Encuadernación Rústica

Precio: 19,95 €

No es malo el camino que ha tomado la editorial RedKey para meterse en el bolsillo a lectores de todos los ámbitos. Su catálogo anuncia curvas y sólo hay que asomarse a esa fuente de aguas cristalinas para notar que el frescor nos invade cuando se termina la lectura de cada regalo que nos hacen, porque cada título es regalo de consumo inmediato, aunque sin fecha de caducidad.

Reconociendo que peco de curiosidad en esto de los libros, y estando completamente imbuido del espíritu cofrade en los tiempos que nos toca vivir, me asomo a esta novela de ficción para utilizarla como contraste, y el contraste sacia, llena...

He rejuvenecido. He vuelto a los ochenta. Una de mis películas favoritas era Regreso al futuro. Pues ya tienen la pista. Pero no se confíen, que resulta ser engañosa y si las reglas del juego no se siguen a rajatabla, la aventura puede resultar en tragedia. Es lo mismo que ocurre cuando se penetra en los secretos de una partida de Dragones y Mazmorras, el mismo juego que inspiró aquellos "dibujitos animados" en los que un grupo de jóvenes de montan en una atracción de feria y terminan atravesando los límites del tiempo y la imaginación para encontrarse frente a frente con El Amo del Calabozo.

Claro está que Lawrence se vale de su manejo de los tiempos para crear una historia entretenida cuya dificultad está más que demostrada en el desarrollo de una trama que no deja indiferente. Es más, el lector termina con la sensación de sed o de hambre y pide un nuevo vaso, una nueva ración, que ya está preparada en la cocina de los futuros lanzamientos editoriales.

Retazos del estilo que nos ofrece el gran Félix J. Palma, esta novela ¿futurista? se encuentra libre de errores de edición -vayan ahí mis felicitaciones al equipo que hace posible el milagro- y huele a nuevo; motivaciones para quien no se encuentre motivado, incentivo a una lectura apasionante en la que conoceremos a Nick, un niño de tan solo quince años al que le diagnostican leucemia, una de esas con mal pronóstico.Lejos de desarrollarse un drama, nos vemos envueltos en una apasionante aventura transgresora, ágil y sorprendente en la que no es el hilo de la madeja el único que nos prende sino el modo en que esta se desenrolla. Es una tela de araña en la caeremos y, a pesar de asistir a la lenta cadencia con la que Tecla se acerca, no abandonaremos el papel que como abeja Maya se nos ha encomendado.

La amistad, ante todo. It, de Stephen King sin notas de terror, Stand by me mudado a un año 1986 prolijo en el que las predicciones del tiempo se hacen según los criterios de la física cuántica.

... Y lo mejor de todo es que ya estamos esperando un nuevo lanzamiento de este sello, porque sabemos que es sinónimo de calidad ¿desean más argumentos? En caso afirmativo, lean y saquen sus propias conclusiones. Yo ya las he sacado.

Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez

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