Lágrimas
Roy, un replicante de cuatro años, está a punto de morir. Ha llegado su hora y se deteriora rápidamente. En su agonía, perturba nuestras creencias al comportarse con una humanidad sorprendente: muestra generosidad, desesperación, tristeza, asombro... Tras salvar la vida al Blade Runner que intenta destruirle le confiesa sus sentimientos. Es un monólogo mítico en la historia del cine:
"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de ataque en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo... como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir."
Y entre la lluvia gris que cae sobre esa urbe decadente decadente y caótica, sentimos pena por ese ser que llamamos máquina y adivinamos en sus ojos las amargas lágrimas de la tristeza.