Acabo de leer “El silencio de los abedules. Su autora es Carmen García Guadilla. Nació en Palencia y, siendo muy joven, se trasladó a Venezuela donde reside. Es psicóloga, consultora internacional, título de magister por la Stanford University, doctorado en la Université René Descartes, Francia, fundadora de la cátedra Andrés Bello de la Universidad de Brasil. Ha publicado libros y conseguido premios.
Carmen Arroyo | SENTIR DE LA PALABRA
En su obra mezcla ficción y hechos históricos, da vida a personajes imaginados y los hace coincidir en el tiempo con personajes reales que existieron en aquella época. Imaginación y base histórica se entrelazan en una trama interesante y meticulosa mediante la que capta al lector desde las primeras páginas y despierta un vivo interés por conocer la vida de quienes aparecen en ellas.
Era un tiempo en el que Domingo de Guzmán estudiaba en la Universidad de Palencia, fundada por un obispo generoso y culto, don Tello Téllez de Meneses (1170, Meneses de Campos- 1246, Jaén), obispo de Palencia desde 1208 a 1246, quien de su bolsillo, la sostuvo y pagó a los mejores Maestros que hizo venir de lugares lejanos a aquel Studium General que logró resonancia fuera de nuestras fronteras y contó con la decidida voluntad de Alfonso VIII (1155-1214). En ella se impartían el Trívium y el Cuadrívium y sus profesores alcanzaron fama. Entre los personajes encontramos a Blanca de Castilla, Diego García de Campos, Beatríz de Suavia, esposa de Fernando III, Domingo de Guzmán, primero estudiante y luego profesor. Aparecen referencias a Alejandro Magno, Séneca, Avicena, Averroes, Maimónides cuyas sabias palabras quedan dentro de conversaciones y diálogos.
El arte de narrar de la autora queda fuera de toda duda. Sus personajes nos llevan a una época en la que el deseo de saber se hacía patente entre quienes viajaban buscando la Universidad que ofreciese más posibilidades de adquirir conocimientos. Pero los libros escaseaban y la solidaridad entre los estudiantes se hacía precisa. Los monasterios eran focos de cultura. En ellos los frailes copiaban cuanto libro llegaba a sus manos. Gracias a su labor se transmitió la cultura. “El silencio de los abedules”, una sorpresa para los lectores palentinos que no sabíamos nada de esta escritora.
SENTIR DE LA PALABRA
Sección para "Curiosón" de Carmen Arroyo.