Sam (Nils Westblom) y Jonathan (Holger Andersson) son dos vendedores de artículos de fiesta. Mientras Max está convencido de ser el cerebro de la pareja y trata con paternalismo a su compañero, Jonathan es un hombre en perpetuo estado de felicidad. Ambos nos invitan a acompañarles en un viaje a través del destino del ser humano en el que harán tres paradas sorprendentes relacionadas con el pasajero de un ferry, la complicada apertura de una botella de vino y el último adiós a una anciana que no se quiere despedir de sus joyas.
Valoración: 6,997.
Tráiler de la Película - VOSE
Ficha
Título Original: En duva satt på en gren och funderade på tillvaron.
Director: Roy Andersson.
Guionista: Roy Andersson.
Actores: Holger Andersson, Nils Westblom, Viktor Gyllenberg, Lotti Törnros, Jonas Gerholm, Ola Stensson, Oscar Salomonsson, Roger Olsen Likvern, Mats Ryden.
Productor: Pernilla Sandström.
Fotografía: István Borbás, Gergely Pálos.
Música: Hani Jazzar, Gorm Sundberg.
Montaje: Alexandra Strauss.
Dirección Artística: Ulf Jonsson, Julia Tegström, Nicklas Nilsson, Sandra Parment, Isabel Sjöstrand.
Diseño de Vestuario: Julia Tegström.
Países: Suecia, Alemania, Noruega, Francia.
Lugares de Rodaje:
Fechas de Rodaje:
Año: 2014.
Duración: 100 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Comedia, Drama.
Estreno: 29-05-2015.
Película Online: 20-09-2015 (Filmin).
DVD (Venta):
Distribuidora: Golem Distribución, S. L.
WEB Oficial: WEB Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 749.
Recaudación: 4.679,90 €.
Crítica
01-06-2015 – JOSU EGUREN
Cuadros vivientes
Antes de analizar la obra que completa una trilogía en la que se integran "La comedia de la vida" (2007) y "Canciones del segundo piso" (2000), habría que preguntarse dónde colocar una figura tan incómoda y extraña como la de Roy Andersson, un director que por nacionalidad y cultura está atado con estrechos lazos de parentesco a Ingmar Bergman, pero cuyas imágenes invitan a considerarlo el guardián legítimo de la esencia de Charles Chaplin. Sin movimientos de cámara y mediante la sucesión de elaboradísimos planos secuencia que elevan al grado de excelencia la técnica del 'tableau vivant' (Andersson exhala una bocanada de aliento surrealista sobre las pinturas de Otto Dix), la película disecciona las miserias que laten en el interior de la sociedad sueca exponiendo a personajes extraídos de una cronografía detenida que en una primera mirada remiten al finés Aki Kaurismaki.
No todos ellos ocupan ese rol, pero sus protagonistas, una pareja de comerciales de artículos de broma (podrían ser Stan Laurel y Oliver Hardy derrotados tras un encuentro con Charlie Rivel), ejercen de clowns en el circo de una pista sobre la que se escenifican situaciones en las que la sorpresa y la risa dejan paso a la incomodidad y el dolor más profundo. La autoimposición de la cámara estática obliga a que Andersson trabaje con excepcional detalle la jerarquía de las capas dramáticas que se superponen sobre la profundidad de campo. Así es como surge un díptico formado por dos escenas clave, en las que el ejército de Carlos XII asalta el presente para dar cuerpo a una de las secuencias más memorables de su corta filmografía. Andersson manipula el tiempo y la intensidad de sus cuadros vivientes, modulando el estado de ánimo del espectador para guiarlo hasta un punto en el que todas las tesis formuladas por las novelitas de Stieg Larsson saltan por los aires cuando el sueco nos obliga a reflexionar con él sobre nuestra existencia y los efectos de la comedia con usos políticos.