Sinopsis:
Amy tiene el marido perfecto. Hugh es guapo, es un buen tipo y un padre maravilloso. Pero un día, de pronto, le dice que quiere que se tomen un descanso. Que necesita estar seis meses lejos de casa, de ella y de la familia, y viajar un tiempo como soltero. Aunque asegura que solo será medio año y que volverá, pues no dejado de amarla, Amy teme que no sea así.
Porque en seis meses pueden pasar muchas cosas... ¿Y si cuando Hugh vuelva, si es que vuelve, ya no es el mismo? ¿Y si ella también ha cambiado? Pero lo peor es qué hacer mientras tanto. ¿Debe seguir siéndole fiel o puede dejarse llevar? Está claro que en la vida no hay que dar nada por sentado, y Amy está a punto de averiguarlo por sí misma.
Ficha del libro: AQUÍSinceramente cuando vi que Marian Keyes publicaba una nueva novela, dudé si leerla o no. He leído todo lo que ha publicado hasta el momento (salvo el libro de las cupcakes) y la verdad es que su última novela “Mi karma y yo” no me gustó demasiado y lo que menos me gustó fue su protagonista, pero precisamente Amy, la protagonista de esta novela es una de las cosas que más me ha gustado de esta historia y me alegra mucho decir que he disfrutado de su lectura.
También es cierto que esta vez decidí leer sin entrar a hacer comparaciones. Siempre pienso, y eso es solo culpa mía, que cada vez que abro una nueva novela de Marian Keyes, voy a encontrar una historia parecida a las primeras que leí de la autora, que eran muy frescas y divertidas, pero como poco a poco ese tono desenfadado fue tornándose cada vez más serio (aunque siempre salpicado de pequeñas chispas de humor) siempre espero que la última que aparece publicada pueda ser la que nos devuelva a la Marian del principio y claro, la Marian del presente ya no es la del principio, igual que yo tampoco lo soy. El tiempo pasa para todos y las experiencias de cada uno van dejando huella y creo que eso se ha ido viendo reflejado en sus novelas, lo que no es malo ¡ojo! simplemente es cuestión de abrir la mente a lo nuevo que nos quiere contar sin entrar a compararlo con lo publicado hace más de veinte años. Así encaré yo la lectura de este libro y así lo he disfrutado.
La verdad es que el argumento es muy interesante, además a mí me pilla más o menos en la edad de la protagonista, así que todo el tiempo he pensado qué haría yo en esa situación, pero claro eso no es lo importante, lo interesante aquí era ver cómo iba a reaccionar Amy a esa necesidad de Hugh, su marido de tomarse un "descanso", de alejarse de su hogar, de su trabajo, de sus hijas, de su familia, pero sobre todo de ella. Efectivamente en seis meses pueden pasar muchas cosas, sobre todo porque es un tiempo en el que él vivirá "como si no estuvieran casados" lo que incluye tener (si es que le apetece) una relación/sexo con quien se cruce en su camino, pero eso sí, ama mucho a Amy y cuando pasen seis meses regresará al hogar... y todo volverá a ser como antes.
Pero claro, después de leer el "plan" de Hugh lo primero que pensé fue "si hay vía libre para él también debería haberla para ella ¿no?" y otra cosa, aunque realmente ninguno de los dos mantuviera una relación con otra persona en ese tiempo, ¿todo sería igual a la vuelta de Hugh? Sinceramente mi opinión es que no (ya os he dicho que todo lo estaba imaginando en mis propias carnes) y claro, Amy también se hizo esas preguntas, pero para saber las consecuencias de esa larga ausencia primero debe pasar ese tiempo.
Y en cuanto Hugh desaparece mochila al hombro rumbo a los exóticos paisajes asiáticos, empezamos a conocer más a fondo a Amy, no solo a la persona que Hugh está dejando atrás, sino a la Amy que también dejó atrás su primer marido y el padre de su hija mayor. Poco a poco nos adentraremos en la personalidad de esta mujer, que aunque está muerta de miedo por la ausencia de su marido no se queda en la cama llorando (por muchas ganas que tenga a veces de hacerlo). La verdad es que al faltar Hugh a Amy no le sobra el tiempo para quedarse llorando y los primeros días vive en una montaña rusa.
Pérdida, vergüenza, miedo al futuro. Joder, es espantoso. Lo peor de todo, la pena. De repente, me doy cuenta de que no podré sobrevivir a esto. Hugh me ha querido, yo le he querido. Cada uno es el final feliz del otro.Lo bueno de esta situación es que no está sola y las pequeñas historias que rodean a todo el elenco de personajes secundarios de la novela, hacen la narración muy interesante y entretenida ya que dan pie para hablar, además de las relaciones de pareja, de otros temas muy de actualidad, los famosos y sus meteduras de pata, internet y su influencia positiva y negativa en nuestras vidas o el aborto (ilegal en Irlanda) entre otros.
Fotografía de la web de Marian Keyes
Para empezar Amy tiene una agencia de RRPP con Tim y Alastair, que además de buenos compañeros son grandes amigos. Se dedican a limpiar la imagen de famosos cuyo prestigio se ha visto dañado en algún momento de su carrera. Es un trabajo que le gusta, que se le da muy bien y que le obliga a pasar dos días a la semana en Londres.En Dublín, vive con sus dos hijas y una sobrina (hija de su hermano Joe) que es casi como su tercera hija. Cada una de ellas tiene una personalidad diferente, pero me han encantado las tres porque son como una piña. Su hija mayor Neeve, además tiene una canal en Youtube que cada vez es más notorio gracias al que recibe montones de muestras de productos de maquillaje para que los valore en su vlog pero que definitivamente despegará gracias a una colaboración muy especial.
También me ha gustado mucho la relación de Amy con su numerosa familia. En general se llevan todos muy bien ya que cada uno sabe de qué pie cojean los demás y una vez por semana intentan cenar todos juntos en la casa de los padres de Amy, donde no he podido evitar echarme unas risas con ambos, el padre de Amy, enfermo dependiente, que poco a poco va perdiendo la cabeza, pero que me ha parecido muy divertido, y su madre, que aunque lo quiere mucho se siente atada a él cuando todavía le apetece hacer muchas cosas.
Pintura de Dušanka Petrović (la pintora favorita de Amy)
La novela desde luego invita a reflexionar sobre todos estos temas, que en mayor o menor medida podemos encontrar en la casa de todo el mundo (bueno, lo del marido viajero, a lo mejor no tanto), pero sí sobre los cambios que se producen en las parejas cuando van pasando los años, los problemas que van surgiendo, la forma de solucionarlos... o no, lo que soñábamos cuando empezamos a vivir juntos y lo que hemos conseguido... o no y desde luego no puedo negar que hay cosas en las que es inevitable sentirse reflejado. Consigue sin lugar a dudas transmitirnos todas las emociones y los altibajos por los que pasa Amy, sus miedos, sus remordimientos (ella también tiene alguna cosilla que esconder), su falta de confianza en ella misma y por momentos su baja autoestima...Tengo la autoestima por los suelos. Tengo cuarenta y cuatro años y noto cada segundo de mi edad, y aunque lo deseara, me niego a mostrar este cuerpo maduro a otro hombre. Sería como cuando en Juego de tronos Melisandra se quita el collar y envejece novecientos años....y aunque el final no ha sido una sorpresa, me ha gustado todo el camino recorrido hasta llegar a él. Sinceramente yo quería odiar un poquito a Hugh y hubo un momento en que casi lo consigo pero la verdad es que es un personaje que me ha gustado mucho. Creo que hay un gran trabajo detrás de todos los personajes, quizás los más desdibujados son las amigas más cercanas de Amy, pero en general he conseguido imaginármelos perfectamente.
Me ha gustado el tono que utiliza Marian Keyes para tocar todos estos temas. Creo que ha logrado un perfecto equilibrio sin caer ni en el dramatismo por algunas de las situaciones y a la vez sin llegar a ser una novela divertidísima sí ha tenido golpes simpáticos que me han hecho pasar un buen rato lector.
Me gusta la Marian Keyes que he encontrado en "Una pareja casi perfecta" y también Amy y Hugh.
Primeras páginas: AQUÍ