Una pareja de tres (David Frankel, 2.008)

Una pareja de tres (David Frankel, 2.008)

Ficha:

Título Original: Marley & Me.
Director: David Frankel.
Guionistas: Scott Frank, Don Roos.
Intérpretes: Jennifer Aniston, Owen Wilson, Alan Arkin, Kathleen Turner, Eric Dane, Nathan Gamble, Haley Bennett, Clarke Peters, Haley Hudson, Marc Macaulay, Sandy Martin, Johann Benét, Jimena Hoyos, Jennifer Wiener.
Productores: Karen Rosenfelt, Gil Netter.
Fotografía: Florian Ballhaus.
Música: Theodore Shapiro.
Montaje: Mark Livolsi.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Año: 2.008.
Duración: 117 minutos.
Edad: Todos los públicos.
Género: Comedia, Drama, Familiar, Romántica.
Distribuidora: Hispano Fox Film, S. A.
Estreno: 18-03-2.009.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 464.733.
Recaudación: 2.762.350,73 €.
Calificación: 5,939.

Sinopsis:

John (Owen Wilson) y Jenny Grogan (Jennifer Aniston) adquieren una monada de perro, un Labrador de pelo rubio y poco más de cinco kilos de peso, que en poco tiempo crece hasta llegar a ser una apisonadora de casi 46 kilos y con una energía tan arrolladora que convierte el hogar de los Grogan en un completo caos. Le expulsan de la escuela de adiestramiento, muerde las paredes de la casa, destroza un sofá de un mordisco, vuelca los cubos de la basura, roba un pavo de Acción de Gracias, devora almohadas y flores, se bebe el agua del baño y persigue al mensajero de UPS. Incluso un collar carísimo y recién comprado no está a salvo de las desenfrenadas travesuras de Marley. En medio del desastre que va generando a lo largo de los años, Marley es testigo de los altibajos que los Grogan experimentan en su vida familiar, por su trabajo, por los cambios de casa y, sobre todo, por el buen número de problemas que se derivan de una familia en aumento. Como John y Jenny aciertan a comprender, Marley –’el peor perro del mundo’– de algún modo saca lo mejor de ellos.

Comentario:

Comedia romántica de David Frankel (“El diablo viste de Prada”), con Owen Wilson y Jennifer Aniston en plan pareja de recién casados que adopta un travieso perro mientras hacen tiempo para el niño. El film, basado en un best seller de John Grogan, trata las dificultades del matrimonio y su relación con el mundo laboral. Ambos son periodistas, pero ella disfruta de un trabajo estimulante, mientras él se dedica a picar noticias. Por suerte, una casualidad le convertirá en un exitoso columnista.

Crítica:

23-03-2.009 – JOSU EGUREN

No sin mi perro

No se llamen a engaño, porque a pesar de que “Una pareja de tres” se anuncie como una comedia veraniega, la huella que deja el trío a su paso es la de un melodrama lacrimógeno al más puro estilo de “Campeón”. Pero lo cierto es que la cinta funciona, no tanto por méritos propios, sino en la medida en que la historia empatiza con el sufrido espectador, obligándole a recordar experiencias propias, o ajenas, al cuidado de un cachorro desastroso que poco a poco se convierte en un miembro de la familia más.

Dividida en tres episodios diferenciados, las travesuras de Marley sirven de telón de fondo a las relaciones de una pareja de periodistas afincados en Florida que arranca hojas del calendario sin arrugarse la piel. Mientras, Marley es testigo de sus tímidos escarceos dramáticos, una vez se ha despachado la tira cómica de un metraje al que David Frankel empuja con desparpajo y notable agilidad.

Los aficionados a memorizar títulos de crédito descubrirán a una irreconocible Kathleen Turner que ha dejado atrás su tórrido pasado ochentero para convertirse en la versión femenina de Mickey Rourke; y a un excelente Alan Arkin, que siempre deja su particular sello en cualquier aparición. No obstante, el protagonista es un Owen Wilson que da vida al autor de la novela autobiográfica en la que se inspira el dramón, aunque a su lado siempre aparezca revoloteando la versión maternizada de Jennifer Aniston, que aquí sigue reproduciendo su limitada variedad de registros habitual.

Como decía, la película no se asemeja a títulos como “Beethoven”, aparentemente cortados por el mismos patrón, sino que se afana en allanar asperezas emocionales antes de atacar con saña la vena más sensiblera de su público potencial. Si no tienen perro, o les parece una locura que alguien le cuente a un fox-terrier sus accidentados encuentros con el amor, no se molesten en verla; al resto les recomiendo que vayan preparando el rollo de papel higiénico porque se van a hinchar a llorar.

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