Una pareja gay protagonista del cuento infantil “Tierra Prometida”

Chaz Harris y Adam Reynolds son dos autores de Nueva Zelanda que acaban de lanzar un libro de cuentos de hadas, pero con una novedad: la pareja central son dos hombres. Aunque se esté avanzando en temas de aceptación, aún es difícil encontrar libros que presenten estos temas a los niños pequeños, por lo que este libro es importante.

Jack, un niño campesino y Leo, un príncipe

Promised Land cuenta la historia de Jack, un niño campesino y Leo, un príncipe, que se conocen en el bosque encantado y que poco a poco comienzan a enamorarse.

Los autores decidieron dedicar este libro a las víctimas del tiroteo en el club Pulse en Orlando en junio del año pasado. Los problemas comienzan cuando Gideon, el malvado esposo de la Reina, intenta apoderarse del bosque encantado, donde vive la familia de Jack.

Bo Moore & Christine Luiten, vía BuzzFeed

“Terminamos nuestro texto, dijimos ‘está listo’, se lo entregamos a los ilustradores, y luego eso pasó. Personalmente me vi muy afectado por eso. Hubo una vigilia en Wellington (Nueva Zelanda) a la que fui. Había gente que me decía ‘¿Por qué estás tan afectado? ¿Conocías a alguien que murió?’ Pero un ataque a uno de nosotros es un ataque a todos.”–

Dentro del libro viene incluido un mapa del ficticio Reino de Valeria, donde se encuentras diversos lugares con nombres inspirados en figuras importantes de la historia LGBT.

Algunas de las personas referenciadas en el mapa son Ellen DeGeneres, Elton John, el científico Alan Turing, y las heroínas de los derechos civiles y mujeres transexuales de color Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson.

Otro punto importante del libro es que la sexualidad de Jack y Leo es incidental, y no el centro de la historia.

Adam Reynolds dijo a BuzzFeed que le pidió a una amiga que le leyera el cuento a su hija, y la pequeña solo tuvo una duda al final: “¿Por qué el malo quería controlar a la reina?”.

Las nuevas generaciones no se cuestionan el amor entre dos personas del mismo sexo, y esa reacción lo demuestra.

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