Revista España

¿Una pequeña Alhambra en el centro de Madrid?

Por Manugme81 @SecretosdeMadri

Exterior del Palacio de Xifré, en el Paseo del Prado de MadridLa semana pasada, indagando entre foros e historias del añejo Madrid me encontré de bruces con un protagonista del que nada había escuchado hasta el momento. Un lugar único y cautivador que se perdió para siempre. Recordemos una de las construcciones más excepcionales que jamás tuvo la ciudad, el Palacio de Xifré.

Durante la segunda mitad del Siglo XIX  los actuales Paseo del Prado y de Recoletos se llenaron de suntuosos palacios. Las fortunas más pujantes de la época daban rienda suelta a su imaginación con bellas construcciones que se convertían en la envidia de sus vecinos y provocaban unos cuantos murmullos. La zona pronto empezó a ser conocida como el ‘barrio de los banqueros’. Sus calles aglutinaban, una tras otra, a las familias más poderosas del país.

Sin embargo, desde un primer instante, una de estas construcciones llamó la atención por encima del resto, un palacete levantado en la desembocadura de la Calle Lope de Vega que da al Paseo del Prado. Donde hoy se alza una imponente mole que alberga el Ministerio de Sanidad y Consumo nada nos hace pensar que se ubicó uno de los edificios más suntuosos de la capital.

Construido por encargo de José Xifré Downing, heredero de una de las más inmensas fortunas del momento (amasada por su padre José Xifré Casas) las obras duraron tres años, entre 1862 y 1865 y el resultado no pudo ser más espectacular. Un palacete de estilo neomudéjar que recordaba claramente a los palacios nazaríes de La Alhambra. De hecho uno de los arquitectos, José Contreras, permaneció seis meses en Granada empapándose del estilo que debía de trasladar al centro de Madrid.

Una curiosa anécdota que se cuenta en relación a este edificio es que Antonio Aguilar y Correa, Marqués de la Vega de Armijo dio la enhorabuena a José Xifré con la siguiente frase: “Ha tenido usted una idea original, le ha quedado precioso su Palacio chino”. Imagino la cara de circunstancias del orgulloso dueño, después de la espectacular inversión realizada…

Sin embargo toca ponerse más serio para hablar de la penosa gestión realizada con este palacete y de sus últimos días, ya que tras pasar por varias manos, entre ellas las del Duque del Infantado, y una etapa de abandono, en 1949 fue adquirido por una inmobiliaria que termina derribándolo. Antes, el palacio fue desmantelado y algunos de sus restos aún se conservan repartidos por diferentes lugares (por ejemplo, la fachada se utilizó para un hotel de Segovia y la escalera terminó en Chiloeches, un pueblo de Guadalajara).

Por más que lo intento, no me entra en la cabeza como se pueden perder a la ligera semejantes joyas de nuestro patrimonio sin que nadie haga nada por evitarlo. En la actualidad, el Palacio de Xifré podría haber sido otro gran atractivo turístico de la ciudad. Os dejo una galería de fotos para que juzguéis vosotros mismos.

Fachada principal del edificio, al Paseo del Prado.

Fachada del Palacio de Xifré  en Madrid

Patio interior del palacio.

Patio Inteterior del Palacio de Xifré en Madrid

Estancias y detalles del interior del palacio.

Zaguán del Palacio de Xifré

 

Estancia en el Palacio de Xifré

Escalera del Palacio de Xifré

Interior del Palacio de Xifré

Estancia del Palacio de Xifré

Palacio de Xifré poco antes de ser derribado.

Palacio de Xifré antes de ser derribado

 

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