En lo últimos días asisto asombrado a una polémica en cuyo centro esta la PAH por la campaña de escrache que están realizando sobre los diputados que votaran en contra de la ILP presentada por dicha plataforma.
Escrache una forma legítima de protesta ciudadana
Esta polémica se plasma es tres posturas, contraria, pasiva y favorable, pero me voy a centrar en las opiniones contrarias y en las pasivas.
Las opiniones pasivas se asemejan al dicho popular del perro del hortelano que "ni come, ni deja comer". Por un lado mantienen un mensaje paternalista en el que por un lado muestran comprensión con las acciones de la PAH, pero por otro y aplicándose el dicho "cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remoja" muestran su apoyo a los diputados afectados por la campaña de escrache.
Si bien la postura pasiva es de un cinismo vergonzante, la postura contraria es de una violencia e inmoral.
Sin entrar en el asunto de las calificaciones sobre acoso, o comparar el escrache realizado sobre diputados del PP como fascista o etarra, me gustaría analizarlo desde otro punto de vista y es como por un lado los diputados del PP reciben a los Lobbys constantemente y no se sienten acosados por los mismos aunque el único objetivo de un Lobby es conseguir manipular el vota de un político con el fin de conseguir modificar o hacer una Ley que favorezca al Lobby.
Mi pregunta es ¿no es violencia lo que hacen los Lobbys? Si influir en una decisión no es considerado como violencia cuando lo hace un Lobby, ¿por qué si lo es cuando lo hace la PAH?.
Quizás la respuesta este en el fondo y en las formas. En primer lugar la PAH lucha frente a un Lobby, en este caso el bancario que a su vez influye mediante sus Lobbystas en las decisiones tomadas por el gobierno y el partido que le sustenta que afectan a su sector.
Segundo, mientras que las estrategias de los Lobbys se basan en invitar a comidas, regalar Ipads, invitar a comidas y proporcionar sesudos estudios a los diputados fundamentando sus posturas. La PAH muestra a la opinión pública de manera directa la realidad de la política y de quienes forman parte de ella.
Creo que ya es hora que los señores diputados que hasta ahora han vivido cómodamente y sin verse afectados por las decisiones que determinan la vida de millones de personas, sepan que las decisiones tienen consecuencias y que ese concepto envenenado que argumentan sobre que nada tiene que ver la vida personal, con la política, que se lo expliquen a una familia expulsada mediante violencia de su casa, si la política NO AFECTA A LA VIDA PERSONAL.
Por desgracia, esta visión de los parlamentarios afectados por la campaña de escrache muestra claramente que la política obedece a los Lobbys, segundo, que los ciudadanos somos cosificados y calificados como votantes y no como personas, básicamente la misma idea que tiene la economía sobre el trabajador como cosa y no como individuo.
En conclusión, la campaña de escrache lo que me muestra es que los políticos viven al margen de la sociedad civil y que no la representan más que formalmente y una vez cada cuatro años, el resto del tiempo lo dedican a dejarse querer por quienes verdaderamente mandan en este país, lo Lobbys.