Si alguna persona cercana a ti toma el paso de ir a terapia, hay algunas pautas para que puedas apoyarle y acompañarle en este proceso .Sobre todo si es alguien muy cercano, como hijo, hija, pareja, madre... seguro que te interesa saber cómo afrontar todo esto.
Que alguien de tu círculo te diga que ha decidido ir a terapia es un aspecto importante en tu vínculo con esa persona. Quizá conozcas el motivo o quizá no, pero estoy segura de que si es alguien que te importa, querrás saber cómo afrontar este tema; que por otra parte suele ser motivo de creencias falsas, bulos y prejuicios, como vamos a ver enseguida.
1. Desmonta los prejuicios.
El primer paso para acompañar emocionalmente a alguien que asiste a terapia es romper los prejuicios al respecto. Las personas no van a terapia (solamente) porque tengan un trauma inmenso o una enfermedad mental. Puede ser por estos motivos, pero también se va a terapia porque se busque gestionar emociones, vivencias o relaciones que nos generan malestar.Otras veces, podemos decidir tomar esta ayuda porque estemos pasando algún momento de crisis personal (profesional, amorosa, vital...), no sepamos cómo gestionar un duelo (que no siempre es por muerte, puede ser por rupturas, cambio de trabajo...) o no sabemos cómo tomar una decisión importante.¡Figúrate si hay motivos! La terapia es simplemente un acompañamiento profesional para afrontar cualquiera de estas circunstancias que nos pueden afectar a cada persona y por eso mismo hay que NORMALIZARLA.