No soy yo mucho de hacer crítica a los periodistas porque sí, aunque excepciones las hay, pero siempre y en contadas ocasiones cuando son de signo verderón y atacan sin ton ni son al Sevilla FC. Una crítica constructiva siempre es de agradecer independientemente de donde venga, pero tonterías, oiga, las precisas.
Distinto es si el periodista es sevillista, a no ser que sea M. Ángel Cházarri. Con amigos como estos ¿quién quiere enemigos?
Y es que yo a este señor, tengo que decirlo, lo leo muy poco. Ni tan siquiera tengo una imagen mental de él. A lo largo de mi vida le he leído algo así como cuatro artículos, (se te queda cara de tonto), y sé de él por el amigo Alvarado y de sus condenas en firme en todas las instancias. Pero es que lo que he leído de Cházarri en todos estos años atrás dice exactamente lo mismo:
1.- Del Nido es muy malo, (aún en los años de los trofeos europeos, ahora lo es más).
2.- Que está rodeado de ultras.
3.- Que Monchi lo hace muy mal, (aunque lo haga bien, con sus errores).
4.- Que el Sevilla FC se está descomponiendo porque las cosas se hacen muy mal, (aunque esté estupendamente).
Estos son los cuatro pilares de los artículos de opinión que en los últimos años le he leído, aderezado con la mala costumbre de intentar comparar loperas con delnidos para deleite verderón, como si esto hubiese sido igual y, por supuesto, con una pizca de demagogia y mentira encubierta.
No sale de ahí. Es monotemático. Es uno de los mayores representantes del periodismo deportivo recalcitrantemente corporativo, del que desgraciadamente adolece esta ciudad, donde se cubren unos a otros en sus errores. Un periodismo putrefacto que quiere imponer mediáticamente sus tesis.
Y es que es tan insistente en el tiempo, que puede que algún día lleve razón. Cuando alguien dice lo mismo un año, y otro año, llegará el día en el que acierte en algo, ya sea por el desgaste del presidente, o porque Monchi falle tanto que no haya más remedio que recriminárselo. Lo gracioso es que después dirá: “¿véis? yo ya lo dije” y es cuando habrá que soltar la carcajada.
Para colmo, habitualmente, dice algo así como que a Del Nido le irá bien mientras entre la pelotita. Y digo yo, ¿es que no se trata de eso? ¡Esto es un deporte donde precisamente se trata de meter la pelotita! Ser periodista solo te lo da la profesionalidad, estimado amigo, no la inquina. Si la pelotita sigue sin entrar, no te preocupes, Cházarri, que ya nos encargaremos los mismos sevillistas y daremos buena cuenta de ello, se llame Del Nido o San Pedro.
Pero lo peor de todo esto es que hay gente que le cree a pies juntillas y después expresa de carrerilla lo que dice. Exactamente lo mismo.
Yo me pregunto qué es lo que lleva a este personaje, porque es un personaje, a este ataque feroz permanentemente contra el equipo de sus amores, eso sí, sin proponer modelos alternativos en sus disyuntivas, por lo que es una crítica destructiva habitual, falta de objetividad y con la alevosía necesaria.
Quizás si los Medios oficiales sevillistas hubiesen caído en otras manos, este señor no estaría tan rebrincado, ¿verdad?, o en caso contrario, ¿quién está por detrás o quién lleva a este ultra del periodismo a arremeter una y otra vez, pase lo que pase, vaya bien o mal, contra el Sevilla FC?
No estaría de más desenmascarar tanta inquina.
Pero esta es la prensa deportiva, salvo algunas y honrosas excepciones, que tenemos en esta ciudad. Personajes como este son los que manchan a tan digna profesión. Qué envidia me da ver otras ciudades donde la prensa se vuelca con sus equipos y van a muerte con ellos.
En Sevilla somos cainitas hasta para esto.
SI TE GUSTA EL ARTÍCULO TUITÉALO.