Hoy quiero contar una historia. La historia de Mason Wartman, un chico que a sus 26 años de edad, dejó su trabajo de Wall Street para volver a su hogar y abrir un restaurante que llevara el nombre de su madre: Rosa. Dicho establecimiento comenzó a ser popular entre las personas sin hogar, ya que lanzó una oferta muy suculenta donde sólo por un dólar tendrías un trozo de pizza. Hasta aquí, todo normal ¿no? Un negocio lanza una oferta muy marketiniana y por ciertas cuestiones acaba acudiendo un público objetivo que no se encuentra dentro de esa estrategia de marketing.
Cualquier empresario de la zona hubiera retirado la oferta para evitar que público "non grato" acudiera a su establecimiento. No sería la primera vez que oiríamos eso de "es que me espantan a los clientes los vagabundos" o "que se vayan a un albergue porque esto no lo es".
Sin embargo, Wartman no hizo eso. Siguió lanzando esta oferta hasta que un día, un cliente, decidió dejarle un dólar de más con la condición de que lo utilizara para comprar una porción para la siguiente persona sin hogar que entrara al establecimiento. A cambio, Mason dejó en la pared un post-it con una cara feliz como símbolo de esa acción solidaria. Esta idea, ha desembocado en una acción social maravillosa donde la pizzería ofrece la posibilidad a sus clientes de dejar un dólar extra para los "sin-techo" que acudan a la pizzería y puedan comer una porción extra.
Ahora, las paredes de la pizzería están inundadas por cientos de post-its de mil colores, todos ellos con mensajes futuros de los clientes del restaurante dirigidos a los sin-techo que disfrutarán de la pizza, y también con cartas de agradecimiento de los propios sin-hogar a los clientes que han donado ese euro extra. En los últimos meses, el restaurante ha regalado más de 8.000 porciones de pizza, siendo unas 30-40 de ellas al día. Y lo más curioso es que los clientes del establecimiento, al enterarse de esta iniciativa solidaria optaron por donar dos, veinte o incluso cien dólares para que los sin-hogar pudieran comer.
Hoy en día, esta pizzería sigue adelante con la causa social, inventando nuevos mecanismos de donación. Ha creado una línea de ropa para la tienda, donde si compras una camiseta, donas 7 porciones de pizza y si compras una sudadera, proporcionas otra igual a un "sin-techo" con un horario impreso en su interior, con horarios de comidas y clases de informática que se dan en las inmediaciones.
Este tipo de acciones hace reflexionar sobre cómo una simple oferta puede cambiar el mundo para bien. Cómo una acción tan sencilla de marketing promocional puede llevarte a caminos diferentes como es la solidaridad. Y también nos hace pensar sobre si este tipo de acciones resultarían viables en España. Si entras a una pizzería y te ofrece la posibilidad de dejar un euro extra para un sin-techo, ¿lo donarías? ¿Cómo crees que reaccionaría la sociedad?
Sin duda, una iniciativa maravillosa que nos ha encantado.
Visto aquí y en Rosa's Fresh Pizza Facebook
Revista Comunicación
Una pizzería crea un mecanismo de pago para ayudar a los "sintecho"
Publicado el 18 enero 2015 por Inventia @Rosalia_LopezSus últimos artículos
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