Por primera vez en la vida ella se fue sola. La invitaron y no dudó. Se fue sin ellos. A otro país. A relajarse y pasear. Disfrutó. Mucho. Extrañó. Mucho también. Trajo regalos. Para todos. Aunque para él le resultó difícil decidir. No encontraba nada adecuado. Hasta que optó por comprarle un par de zapatos. Eligió una caja de la estantería, miró los zapatos, uno por uno los revisó. Chequeó que fueran del mismo talle, que no le faltaran los cordones, que fueran del mismo modelo.
Lindo regreso. Todos felices. Y con los regalos más. Todos los objetos fueron puestos rápidamente en uso. Los zapatos de él no. Ella creía que era porque le daba pena usarlos. Hasta que le preguntó:
- Por qué no usás los zapatos que te compré?
- Porque me trajiste dos zapatos para el pie derecho...
Que tengan una linda semana! Gracias por estar ahí!!!