Exacto.
Igual que la buena comunicación implica expresarse uno mismo y escuchar, la mala comunicación consiste en negarse a compartir sentimientos y a escuchar lo que el otro quiere decirnos. En general, la posición de “sólo me interesa que me escuches y que estés de acuerdo conmigo” es bastante frecuente en todas las relaciones sociales.