Parece que la selección española de baloncesto poco a poco va encontrando su punto de cara a los Juegos Olímpicos de Río que ya están a punto de comenzar. El inicio de la gira de preparación dejo un poco de desasosiego con las derrotas ante Lituania y el juego desplegado por la roja, aunque bien es cierto que como ha querido resaltar Sergio Scariolo, el objetivo de estos partidos no es otro que ganar ritmo y ponerse a punto para lo que de verdad importa, la competición oficial.
Por su parte, las lesiones y los contratiempos han sido un hándicap importante a la hora de conjuntar el equipo e incluso de confeccionar la expedición que emprenderá rumbo a Brasil. El grupo no ha podido estar al completo hasta el último choque ante Costa de Marfil y eso sin duda supone una dificultad añadida que habrá que solventar con más trabajo.
A todo esto hay que sumar la baja definitiva de Marc Gasol. El de los Grizzlies no ha logrado recuperarse a tiempo de la operación por la fractura que se produjo el pasado febrero en su pie derecho pese al intenso trabajo realizado. De esta forma, España ve mermado el poderío en sus hombres altos y uno de sus pilares más importantes bajo los tableros.
De otro lado los problemas burocráticos y de seguro de médico de Pau Gasol a raíz de su traspaso a San Antonio Spurs, han retrasado su incorporación al equipo y por ello ha comenzado esta preparación con una evidente falta de ritmo que poco a poco va recuperando.
La situación de Gasol ha dado para debates, hasta el punto que, tras su primer partido en la derrota contra Lituania, el ex internacional lituano Rimas Kurtinaitis se ha permitido el lujo de realizar unas duras declaraciones en las que criticaba con crudeza el estado de forma del pívot español e incluso el plantel de la roja, del que dice que no se renueva.
Quizás el ex entrenador del Khimki ha olvidado que esta misma selección arrolló a la de su país hace menos de un año en la final del Eurobasket 2015, privándola del oro y con un Pau logrando el MVP del torneo.
De cualquier forma, tal y como afirmaba recientemente Pau Gasol, los verdaderos test comienzan en Río, donde habrá que ir avanzando en el juego de forma progresiva si se quiere optar a medalla. La suerte esta vez no se ha aliado con España y le espera un grupo infernal con Argentina, Brasil, Lituania, Nigeria y Croacia, en el que el puesto que se obtenga -siempre y cuando clasifique para cuartos de final- será crucial de cara al rival en los cruces. Eso sí, no hay que olvidar que España es la actual subcampeona olímpica y el resto de combinados que se enfrenten a ella también tendrán ante sí una buena papeleta.
En esta cita al igual que en todas las de esta índole, salvo sorpresa mayúscula, parece que la medalla de oro ya está adjudicada a los estadounidenses, que hasta la fecha se están mostrando intratables. Según las casas apuestas, la plata y el bronce tienen dos firmes candidatos en España y Francia, con la roja ligeramente favorita para llegar a la final.
Los subcampeonatos en las dos últimas citas olímpicas, sumados a que se presenta como la vigente campeona de Europa, parece que aun pesan en sus rivales y los de Scariolo deberán buscar ventaja en esta situación.
El combinado español de basket ha demostrado que es un especialista a la hora de competir y que casi siempre raya a gran altura en las grandes citas, esperemos que esta no sea una excepción.
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