Después de tres varones, llegó una niña. Muchas de las recetas que aplicaron a los primeros no sirvieron para la cuarta: ¿será por la carga de los hermanos mayores o simplemente por una cuestión de género?
Cuando sos mamá de varios terminás teniendo recetas, técnicas, métodos para casi todo. Y aquello que funcionó una vez lo repetís en todas las oportunidades que aplique. ¿Para qué innovar en lo que sale bien si hay tanto para mejorar en lo que sale más o menos?
Pero de pronto llega la cuarta – en mi caso – y lo que aplicó para tres ya quedó obsoleto. Las razones son varias pero la que destaca sobre el general es que es muy difícil poner los puntos claros. No solo mamá o papá pueden hacer lo que la pequeña necesita, sino que hay tres hermanos listos para ayudar cuando sea necesario. A veces la ponemos en penintencia y los hermanos la “liberan”, o le decimos que no puede tomar gaseosa por ejemplo y claro que sus hermanos le comparten.