Revista Cultura y Ocio

'Una puerta que nunca encontré', de Thomas Wolfe

Publicado el 08 septiembre 2014 por Carm9n @Carmenyamigos
'Una puerta que nunca encontré', de Thomas Wolfe Thomas Wolfe ha sido mi descubrimiento literario de este año. Después de la lectura de El niño perdido (podéis leer la reseña AQUÍ) tenía claro que volvería sobre el autor y Una puerta que nunca encontré y Especulación, publicados ambos y al igual que El niño perdido por Editorial Periférica, tardaron bien poco en llegar a casa. Y, si El niño perdido ya me pareció en su momento una joya literaria, Una puerta que nunca encontré lo ha igualado o incluso superado en algún aspecto.
"Es maravilloso ver con cuánto entusiasmo algunos hombres y mujeres de bien, personas que nunca han tenido que estar solas en toda su vida, ponderan las bondades de la soledad."
Así empieza esta novela de Wolfe, así da comienzo "un momento de los tiempos oscuros (...) extraño tiempo hecho de un millón de rostros oscuros" en el que la búsqueda por parte del protagonista, un joven escritor, de su sitio en el mundo se presenta una ardua tarea. En la vorágine de la ciudad, de los millones de cosas que pasan, de la "prisa y el estrépito" que le rodea parece como si los grandes hombres de éxito, cómodamente asentados, hayan dado con la clave, con la puerta de acceso. Quizá ellos puedan mostrarle la entrada. Pero...
"No hay puerta alguna."  
"No door"No es eso lo que busca; esta es tan solo una puerta falsa pues ese éxito que inicialmente ciega...
"(...) no es más que un puñado de polvo y cenizas frías y un poco de escoria."  

'Una puerta que nunca encontré', de Thomas Wolfe

Thomas Wolfe

Puerta falsa se muestra también la puerta al pasado cuando desatasca el cerrojo de la memoria. Se abre entonces el acceso a los recuerdos, a la añoranza, a la vuelta a casa, a la tierra en la que creció y a la gente que ha conocido bajo "una brillante luz inmortal". Porque los recuerdos muestran escenas inmortales, imperecederas. El pasado es inamovible mientras que el presente es inestable. Y en ese hoy, en ese ahora, se añora al padre del pasado, al padre ya muerto, al padre que sigue buscando.
"Había vuelto a casa y no podía creer que mi padre estuviese muerto (...) Octubre es la estación del regreso (...) Padre, ¿no deberías regresar tú también?"
Si esa otra puerta se ha cerrado para siempre, si el pasado ya no es un refugio posible, si ahora ni siquiera la luz inmortal del pasado lo alumbra, si la ausencia del padre le deja de nuevo desubicado. ¿A dónde ir ahora? ¿Otra ciudad?
'Una puerta que nunca encontré', de Thomas Wolfe
La confusión no da tregua, con "la furia y la angustia que hay en la vida de los hombres reflejada en su rostro."  Puede que la actitud de ese hombre, asomado impasible a la ventana, ese Bartleby moderno observando "la prisa ciega y el empuje del millón de cosas que pasaban sin cesar", sea la más razonable, la única posible. Ese nuevo Bartleby quizá exclamase ante la visión del interminable ir y venir de los hombres y mujeres que... "  Life (...) is a taletold by an idiotfull of sound and furysignifying nothing." Shakespeare, Macbeth (Acto 5, Escena 5) Ese ruido y esa furia es la que Wolfe, el escritor al encuentro, siente ante este mundo deshumanizado, banal y absurdo por momentos, en continuo movimiento. ¿Hacia dónde? ¿Con qué propósito? 
"(...) sabemos que los niños desaparecidos, los ancianos desaparecidos, nuestros padres, nuestros hermanos, los llevados a toda prisa al cementerio para ser rápidamente enterrados, permanecerán aquí cuando este mundo hecho de cemento o de hormigón no sea más que ruinas. Sabemos que el polvo de los amantes enterrados durará más que el polvo de las ciudades."
Aunque siempre queda, por supuesto, el renacer de la vida, de la tierra, de la esperanza... Wolfe construye en Una puerta que nunca encontré una novela asombrosa sobre la soledad, la del desarraigado, del perdido, del incomprendido, una novela sobre la vulnerabilidad, el aislamiento, el vacío que todos, rodeados de prisa y estrépito y de sonido y furia, sentimos o hemos sentido en algún momento.   

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